La palabra y «a toro pasado»

Harmodio y Aristogitón tyrannicides

La palabra y «a toro pasado»

Por Pilar Úcar

Tras la resaca “sanferminera”, traigo a colación una de las expresiones más usadas en nuestro lenguaje cotidiano, se esté a favor de la Fiesta con mayúscula (emulando a Hemingway) o se practique una férrea y contundente postura animalista.

Todos los días a la misma hora, los correderos del encierro se preparan con su propio ritual para plantarse con “un par” delante de una ‘manada’ (¡¡qué palabra de acepciones tan funestas!!) y emprender a zancadas una carrera velocísima y atrompicada por las calles pamplonesas ad hoc.

Sin profundizar en el análisis lingüístico de alguno de estos mozos (de la zona o foráneos) cuando se les pregunta motivaciones, sentimientos, liturgia anterior a esos momentos y protocolo posterior (si el toro ha esquivado bultos que les impiden acceder a la plaza hermanados con los cabestros)…daría para toda una antología del dislate.

Me llama la atención la sapiencia de los comentaristas, periodistas o no, durante las retransmisiones televisivas; ahí es donde el idioma crece: “encierro peligroso, limpio, vistoso” o “toros nobles, agachan la testuz, doblan las manos, cabecean”.

Todas las figuras retóricas, como plaquetas enloquecidas ante una herida. Creo que faltaron a sus clases de Lingüística en la facultad de Ciencias de la Información (ahora, Comunicación, el término periodista muy denostado en la actualidad cede al de comunicador). Agota su cháchara sin comedimiento ni justeza a la hora de emplear los términos del campo semántico taurino. Toca llegar al corazón, a la fibra sensible, “se me ponen los pelos como escarpias” insisten reiteradamente y de ahí todo son hipérboles, comparaciones, metáforas  y metonimias, paronomasias…un sindiós tedioso y manido. Algunos me dirán que escribo “a toro pasado”, es decir, «después de haber perdido o dejado pasar la oportunidad». Exacto, con la ventaja de ser filóloga, animalista y de Pamplona.

OBSERVATORIO DE FILOLOGÍAY LENGUA ESPAÑOLA

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Directora del Observatorio de Filología y Lengua Española: Pilar Úcar Ventura

Principales métodos de enseñanza de la lectura

NIÑA LEYENDO Imagen de Pexels en Pixabay

Principales métodos de enseñanza de la lectura

Por Rosa Amor

La escuela comienza como institución desde el momento que se hace necesaria la enseñanza formal del lenguaje escrito. Varios autores emplean el término “la querella de los métodos” para referirse a la polémica entre defensores de los distintos métodos para el aprendizaje de la lectura. Esta “querella” ha contribuido a que los métodos hayan cobrado valor en sí mismos que los han alejado de la realidad. Se ha discutido tanto sobre la calidad de los caminos que se ha perdido de vista el destino hacia el que conducen. El término que se suele utilizar para clasificar los métodos es el tipo de procesos mentales que el niño tiene que realizar para cumplir con el objetivo de aprender a leer y a escribir. A continuación, se exponen los principales métodos en función de la clasificación propuesta por Cassany, Luna y Sanz (2007):

  1. Métodos sintéticos. El aprendizaje se inicia a partir de las unidades mínimas del lenguaje, de modo que para aprender a leer el niño debe realizar una operación de suma, síntesis, de los elementos aprendidos de forma aislada. Dentro de estos métodos encontramos a su vez:
  • Métodos alfabéticos: cuando las unidades mínimas son las letras. Han sido los más usados tradicionalmente. Estos métodos actualmente están en desuso.
  • Métodos fonéticos: las unidades son los fonemas. Proponen comenzar a trabajar la lectura desde el fonema asociándolo a su grafía correspondiente.
  • Métodos silábicos: en este caso las unidades mínimas son las sílabas a partir de las cuales se inicia el aprendizaje.

Los métodos fonéticos y silábicos comparten algunos rasgos comunes:

  • Tratan de enseñar al niño el código alfabético, es decir, la relación entre las grafías y los fonemas, bien de forma aislada, bien en un contexto silábico.
  • Entienden que este es el primer paso en la enseñanza de la lectura.
  • Utilizan diferentes procedimientos para que el niño establezca una relación sólida entre grafía y fonema: dibujos, gestos, sonidos onomatopéyicos, canciones, etc. Estos apoyos son eliminados una vez que el niño ha establecido esa relación.
  • Siguen un orden preestablecido en la presentación de los fonemas o sílabas, de modo que la enseñanza avanza secuencialmente, paso a paso, empezando por las vocales.
  • A medida que se van aprendiendo tales unidades, se van presentando combinaciones que forman primero palabras y después pequeñas oraciones, que contienen solo las unidades ya estudiadas y generalmente se basan en la repetición de la letra o sílaba que se está estudiando.
  1. Métodos analíticos. Comienzan la enseñanza del lenguaje escrito por unidades de lenguaje más amplias: unidades léxicas o palabras; unidades sintácticas u oraciones. Se pretende que a partir del estudio de esas unidades lleguen a las unidades mínimas, es decir, hasta las relaciones entre fonema y grafema. La diversidad entre los métodos analíticos proviene bien del punto de partida (palabra u oración); bien del camino posterior hacia el análisis (mayor o menor grado de intervención). Los métodos analíticos clásicos parten de la oración y siguen un rumbo analítico que va marcando el niño con sus descubrimientos espontáneos de las unidades menores que la frase. Un ejemplo sería el método global propuesto por Decroly. Sus rasgos generales son:
    • Parten del interés del niño: las oraciones con las que se comienza surgen de la conversación colectiva entre los niños.
    • El interés está estrechamente ligado a la significación.
    • Se asientan teóricamente en la percepción global predominante en la infancia.
    • No recurren al apoyo fónico, sino que se basan en el reconocimiento visual.
  1. Enfoque psicogenético o constructivista. La concepción constructivista de la enseñanza establece una diferencia importante entre enseñar y aprender. Se trata de dos actividades distintas. Tal como se enseña no es tal como se aprende. El proceso de aprendizaje de un conocimiento ha de estar presente en cualquier planteamiento didáctico, además de las particularidades del conocimiento en sí mismo. El punto de vista psicogenético en el aprendizaje del lenguaje escrito ha sido ampliamente desarrollado por E. Ferreiro y A. Teberosky (1991) en diversas investigaciones, donde nos muestran cómo el aprendizaje de éste pasa por un proceso cognitivo de apropiación del sistema de representación alfabético del lenguaje escrito, en el que las asociaciones perceptivas y las destrezas gráficas asumen un papel importante, aunque del todo secundario. Los alumnos llegan a la escuela con un amplio bagaje de conocimientos sobre la lengua y los hechos lingüísticos. En los trabajos de Ferreiro y Teberosky queda patente cómo se construye sucesivamente el conocimiento sobre las palabras, sílabas y letras, muchas veces sin que se produzca una enseñanza explícita de estos aspectos y siempre vinculando al significado y al uso que los niños hacen en distintas situaciones comunicativas. Las autoras mencionadas dejan de considerar la problemática de los métodos y dedican su atención al cómo el niño construye el sistema alfabético. Este enfoque se basa en las siguientes premisas:
    • Los niños en contacto con el lenguaje escrito elaboran ideas en un intento de atribuir significado a las representaciones gráficas. Estas ideas o información previa será objeto de cambio o reconstrucción en el proceso de enseñanza-aprendizaje en un proceso de estructuración y reconstrucción del conocimiento.
    • El papel del docente es el de mediador de los aprendizajes.
    • Parte de la función fundamental del lenguaje escrito: la comunicación, por lo que el texto constituye la unidad comunicativa básica.
    • Los niños aprenden las características propias del lenguaje escrito usado en distintas situaciones con distintas finalidades y en distintos tipos de textos, así como los procedimientos que llevan a la comprensión y producción de estos.

OBSERVATORIO DE EDUCACIÓN 

Directora del Observatorio de Educación de Arco Europeo: Rosa Amor del Olmo

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NUEVOS TIEMPOS NUEVOS RETOS EN EL ATENEO DE MADRID

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NUEVOS TIEMPOS NUEVOS RETOS EN EL ATENEO DE MADRID

Por Alfonso Gómez Prieto, Secretario Tercero de la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid

Espero un cambio, tras estas elecciones del 31 de Mayo en el Ateneo y que se pueda debatir ampliamente lo sucedido. La habitual dialéctica histórica de la docta casa se ha transformado en una serie de legislaturas en los dos últimos años con una agresividad muy personalizada mas allá de las  luchas de poder políticos. Vamos a aprender de esta lección, pero sobre todo que en el caos pueda, al final del túnel, retornar la armonía, que del insulto y agresividad se pase a la ironía, que recordemos que el fanatismo no lleva a ningún buen puerto, que podamos pensar libremente lejos de las ataduras, que un partido político no se convierta en una confusión entre ideales compartidos y ausencia de sujeto individual, el cual es excluido o visto como enemigo interno, y dando lugar a una ausencia de diálogo posible donde al disidente solo le quedaría como oportunidad ante la falta de escucha el grito en el que se anuncia un saber que escapa a la universalidad, siendo señalado con la amenaza implícita de ser un conspirador que intriga a conciencia, para ser mas exactos a mala conciencia, con mala intención, de ahí a la agresividad e insulto al “disidente” solo hay un paso, donde al oponente interno se le convierte, de un modo paranoico en conspirador malintencionado y dividido literalmente, puro desecho, pura basura en el colectivo grupal.

Los que me conocéis sabéis huyo de la crispación, de la agresividad en el intercambio verbal, del todo vale, del ansia del poder por el poder y busco mas la construcción que la discordia. En ese marco considero al Ateneo un espacio único de libertad e independencia, y así debe seguir siendo.

Hace dos años vez me presenté en estas elecciones a la Junta de Gobierno, un nuevo reto para mí,  una responsabilidad grande a asumir en un momento muy complicado en nuestra sociedad y en ésta nuestra casa, en donde la crispación es evidente.

El puesto al que me presenté junto a los compañeros de la candidatura “Convergencia más independientes”, creyendo ingenuamente en esa verdad aparente del término independiente, fue al de secretario tercero y me gustaría detenerme en este significante, secretario.

¿Qué representa este lugar de secretario dentro de esta docta casa?

El secretario está en el lugar “de y para el otro”, escribe de algún modo un relato de dedicación a ese otro que sería el socio, un relato de cercanía y escucha, y de presencia muy activa en la vida del Ateneo, no de ausencias. Escuchar a ese socio, yo también lo fui en un inicio, que no forma parte de ese nuestro complejo organigrama de secciones, agrupaciones, cátedras, tertulias, y que constituyen la esencia del Ateneo de Madrid. Saber de sus propuestas y deseos, de sus ilusiones y desencantos, y conseguir una mayor participación en la vida del Ateneo.

No lo considero un lugar de sumisión, al revés, es un lugar muy activo, muy a pie de ese socio. Es el discurso del socio, como palabra, la auténtica verdad de un Ateneo independiente. Será necesaria una habilidad que permita que circule ese discurso, que decante en la palabra plena, que se aparte de lo perverso, de lo mezquino, de la mentira. Es un saber hacer con empatía y escucha muy activa. Que el secretario sea un servidor discreto. Trabajando mucho entre bambalinas fuera de los focos de tantos narcisismos malignos, al servicio de ese socio que da vida a nuestro Ateneo.

Mi interés sería el interés del socio, una fidelidad a ese socio, pues el discurso a escuchar es el de aquellos a los que representamos, apartado de intereses personales de cualquier tipo y de lucha de poder político.

Ese artesanado de la escucha y la palabra debe ser un acto de trabajo y amor, amor palabra hoy cada vez mas olvidada por el odio y el rencor.

Sería un trabajo participativo y creativo, en busca de un enriquecimiento de ésta nuestra casa, el Ateneo de Madrid. Que en definitiva es decir sus socios.

Trabajo acompañado de satisfacción, no en el sentido de nuestro sistema globalizador que devora una y otra institución y desvirtúa su esencia. Creí que se trataba de conseguir un compromiso de todos con ilusión, evitar un tipo de repetición donde ganen las partidas los egos individuales.

A lo largo de dos años me planteé luchar con honestidad para que el Ateneo siguiera navegando con fuerza aun en medio de ciclones y tormentas, no en aguas mansas. Cuanto más se complica la situación del Ateneo mas nos exige que seamos creativos e inconformistas con lo dado y establecido. El Ateneo no esta muerto como muchos agoreros anuncian. Observo en cada evento que los socios siguen   produciendo discusiones, explicaciones, cada día en la rica vida cultural.

Es cierto que el Ateneo necesitaba dinamizarse y contemplar los cambios de la contemporaneidad. Hablando e  interrogando lo que realmente sucede en nuestra docta casa. Seamos humildes, y sinceros con la situación real.

Que evitemos el estigma, como sucede ahora, de disociar lo que se hace y lo que se dice que se hace a veces motivado por no confrontar ideas y por la búsqueda de refugios en baluartes narcisistas a modo de islas incomunicadas. Que pudiera a fluir la comunicación entre la Junta de gobierno y todos los socios.

Que la ideología no se vuelva loca,  donde la creencia se vuelve en certeza y no se la pude refutar por la vía dialéctico-reflexiva con ayuda de la crítica, que el significante amo no se esconda de forma encubierta tras el telón de la democracia, que se mantenga una autonomía de cada sujeto, que ahora en estos momentos tan confusos y duros donde a veces parece que el soporte de nuestro mundo venga a desvanecerse no caigamos en el síntoma ideológico que obture la búsqueda del saber y la verdad y nos permita reconocernos como sujetos libres en nuestro discurso.

Hoy hemos llegado a una situación política en el Ateneo en el que grupos muy distintos se unen  para apartar al grupo 1820 de las estructuras del poder de la casa bajo el epígrafe “Defensores del Reglamento” y donde El otro es visto como un ser desechable y no es visto como semejante. Esto es necesario para dañarlo sin sentir culpa. Imposible el diálogo en esta situación.

Ha sido aire fresco por tanto la entrada de este grupo ¿Y qué era la justicia hasta ahora para el gobierno de la casa hasta la entrada del grupo? Poder dirigirla, maniobrarla, mangonearla, adulterarla, falsificarla y viciarla a su antojo. El mas grave de todos los síntomas antidemocráticos que se pueden diagnosticar.

Esto se estaba convirtiendo en una olla de grillos y creo que ha sido un magnífico tratamiento de limpieza esta novedad 1820 y que paradójicamente ha llevado a un aumento del MALESTAR EN LA INSTITUCIÓN

La institución, operador de la cultura, se propone regular las relaciones del sujeto con los objetos del mundo. Su finalidad no es tanto la de asegurar la protección del hombre contra las fuentes de desdicha que representan la naturaleza o el cuerpo, como controlar aquella fuerza esencial que trabaja en contra y cuyo paradigma es la agresividad.

¿La dialéctica no es entonces la de una lucha entre civilización y barbarie, sino la del incesante resurgimiento de la barbarie en el seno de la propia institución, como ha sucedido en muchas de las Juntas Generales que he vivido como secretario tercero, cuajada de ofensas e insultos personales.

En mi opinión las instituciones deben asegurar un mínimo de ese “para todos” que constituye a fin de cuentas su razón, para que el “uno por uno” llegue a tener una efectiva posibilidad.

Pero algo no cambia y es la agresividad que existe en cada uno de nosotros y cuya existencia supimos también con razón en el prójimo y que es el factor que perturba la relación con nuestros semejantes imponiendo a la cultura una serie de preceptos.

Debido a esta hostilidad primordial la sociedad y las instituciones se ve constantemente al borde de la desintegración.

”¿Por qué las instituciones que nosotros mismos hemos creado no habrían de representar mas bien protección y bienestar para todos?. Sin embargo si consideramos cuan pésimo resultado hemos obtenido, precisamente en este campo de la prevención contra el sufrimiento, comenzamos a sospechar que también en este caso podría ocultarse una porción de la indomable naturaleza, tratándose esta vez de nuestra propia constitución psíquica”, luchas de poder, egos insaciables, triunfo de los narcisismos malignos.

Hay épocas históricas de mucha conmoción, temor, confusión e incertidumbre, épocas, como la actual en el Ateneo en que para la gran mayoría de socios habría de producirse un cambio profundo del sistema social, pero en las que todavía no se vislumbra claramente la forma y el sentido en que debería hacerse.

Son épocas, pues, en las que a nivel de la conciencia individual buena parte del entramado social de la docta casa se siente conducida y abocada a vivir experiencias muy perturbadoras de las que no sabe quién es el responsable. La sensación es de alienación, viviendo y sintiendo de una manera ajena a la conciencia individual y el deseo propio y en un contexto de afectación colectiva

Aparece el fanatismo y el odio y eso tiñe de muerte las diferencias. Esa ha sido mi vivencia en el Ateneo de Madrid en estos últimos meses

Para no repetir es necesario recordar y elaborar a pesar del dolor que esto implica. Para cerrar heridas definitivamente es necesario abrirlas y limpiarlas. El hecho de que en las representaciones, los discursos, las conductas o los actos o en diversas situaciones algo vuelva sin cesar nos remite a un trauma individual o social no curado. Existen libretos repetitivos que es necesario desvelar y entender.

Lo contrario implica miedo al terror del que antes hablé, y que tal vez, está aun inscrito en un discurso no manifiesto sino inconsciente que se transmite de generación en generación. Es necesario poner nombre a los afectos más íntimos y para ello es obligatorio recordar. Para unos será necesario revivir la rabia y  poder elaborarla y entenderla sin actualizarla en una agresión externa y para otros poder sentir la culpa que tal vez nunca sintieron  y así  entender también a los inocentes que sufrieron. Culpas  y odios intergeneracionales. El recuerdo y la elaboración romperán de una vez por todas el circuito mortífero de la repetición y la sociedad, en el Ateneo, podrá por fin reconciliarse.

Ninguna perspectiva da cuenta de todo ni contiene todas las respuestas. Esta postura nos ayudará a tolerar la incertidumbre y nos empujará a interrogarnos e indagar sobre lo que hacemos.

En la medida en que todos los ateneístas nos zambullimos en el  funcionamiento de la casa y estamos decididos a buscar la verdad  pertenecemos a la misma familia.

Familia ateneísta que luchará por la no existencia de una frontera, una tapia infranqueable entre un grupa A y otro B, la locura y la cordura, la razón y la irracionalidad.

Por otro lado un desarrollo que no considere las condiciones políticas, económicas y sociales por las que atraviesa una institución será algo como una silla coja, en la cual es muy difícil sentarse y mantener el equilibrio.

Las instituciones devienen así operadores de lo que en términos freudianos llamaríamos el “proyecto de la cultura”, ese proceso que conduce a la inscripción del sujeto en el campo de lo social, efectivizando el pasaje de lo uno a lo colectivo.

Se podría objetar que las instituciones son, en contrapartida, formaciones que evidencian un grado muy superior de desarrollo, y tienen una clara definición de objetivos, discriminación de cargos y responsabilidades, mecanismos de autocontrol, y una prolongada permanencia en el tiempo.

Sin embargo en las instituciones como ha sido el caso del ateneo de Madrid han aparecido ciertos grupos que han actuado a modo de masas impulsivas excitables, extraordinariamente influenciables y crédulas; es acrítica, piensa por imágenes como en la actividad del fantaseo, y ninguna instancia racional mide su acuerdo con la realidad.

En ella, el individuo deja de ser él mismo y se convierte en un autómata carente de voluntad. (¿Grupos dentro del Ateneo como “Masa” en el sentido freudiano?)

Los sentimientos de la multitud son siempre simples y exaltados … no conocen la duda ni la incerteza … Pasan de un extremo al otro: la sospecha se convierte en certidumbre, la antipatía deviene con facilidad odio salvaje.

Inclinada ella misma a las pasiones extremas, la multitud exige ser excitada por estímulos desmedidos, y por ello es tan intolerante como obediente a la autoridad. Respeta la fuerza, y pide de sus héroes fortaleza y aun violencia … Quiere ser dominada y sometida, y temer a sus amos. Totalmente conservadora, siente profunda aversión hacia las novedades y progresos, y una veneración sin límites por la tradición.

La masa no conoce la sed de la verdad. Pide ilusiones, a las que no puede renunciar. Y está sujeta al poder mágico de las palabras, capaces de producir tormentas y también de apaciguarlas … .

Si en la mayoría de las instituciones no hay habitualmente un único líder, hay sí un ideal que suele dar lugar al desempeño de distintos líderes intermediarios entre ese ideal y los miembros del grupo. Toda institución tiene sus padres fundadores, sus héroes y sus mártires, venerados en los retratos, las placas, los monumentos, como modelos a seguir.

La institución funciona como un nombre que identifica al sujeto en el plano social, un rasgo por el que se reconoce y por el que se hace representar: el trabajo, la profesión, la universidad, el partido político, el equipo de fútbol, sustentan el entramado simbólico de pertenencias que sostienen el universo del sujeto.

Ser ateneísta.  La institución fabrica una ficción de identidad, allí donde cada individuo renuncia a su peculiaridad para incorporarse a la masa, sacrificando sus preferencias al ideal colectivo, y asegurándose a través de la pertenencia una ilusoria protección contra el desamparo infantil.

El sujeto se aferra por ello a sus orígenes, a sus estamentos, los reclama y los venera, y las crisis de la vida suelen coincidir con las conmociones que producen en las identificaciones los desasimientos institucionales: el paso de una escuela a otra, el fin de la universidad, la pérdida de un trabajo, conmueven el sistema de identificaciones que anudan al sujeto en la trama de lo colectivo.

Hay por cierto un plus de goce de la pertenencia, reconocible en las significaciones compartidas, los sobreentendidos, que delatan la casta profesional del sujeto, sus preferencias, sus gustos, su orientación, en las jergas que emplea a modo de emblemas, en las significaciones que ellas generan y en las que se reconoce y satisface. Pero existe también un plus de malestar propio de la institución, que no se vincula al éxito del programa de la cultura sino a su fracaso, y del que somos testigos privilegiados como habitantes de la docta casa y un mismo destino que  compartimos la riqueza de nuestros sistemas institucionales, y con ella su endeblez y su precariedad en el momento actual que nos debe hacer reflexionar con responsabilidad y acudir el día 31 de Mayo a participar en la renovación de cinco miembros que ya no estaremos en la Junta de Gobierno.

Dr. Alfonso Gómez Prieto

Médico-Psicoanalista. Director del Observatorio de Medicina, Estudios Clínicos y Psiquiatría de Arco Europeo. Presidente de la Agrupación «Ángel Garma» del Ateneo de Madrid. Vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud del Ateneo de Madrid. Secretario Tercero de la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid. Miembro de la Fundación Europea para el Psicoanálisis.

 

 

 

Las inteligencias múltiples de Howard Gardner que todo docente debe recordar

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Las inteligencias múltiples de Howard Gardner que todo docente debe recordar

Por Rosa Amor del Olmo

En la actualidad, ha adquirido gran significado en educación, el descubrimiento acuñado por Howard Gardner: las inteligencias múltiples. Gardner (1995, p.27) definió la inteligencia como “La capacidad para resolver problemas, o para elaborar productos que son de gran valor para un determinado contexto comunitario o cultural”. Por ello las nuevas metodologías tienen en cuenta más y de mejor manera los valores, las emociones, en ocasiones, como consecuencia de esos valores, y el comportamiento y desarrollo del individuo de forma holística.

Para Gardner (2001) ha apuntado en su libro Inteligencias Múltiples que el hombre al menos, el ser humano posee  ocho o nueve habilidades cognoscitivas o inteligencias múltiples: lingüística, lógico-matemática, espacial, musical, cinestésico-corporal, naturalista, intrapersonal e interpersonal. Sabemos que las necesitamos todas y que en cada persona se combinan de manera diferente y única. La inteligencia es la capacidad del individuo para resolver problemas y la capacidad de crear productos dentro de su ámbito natural. Es cierto que todos valemos por nosotros mismos, todos somos inteligentes, todos destacamos y somos exclusivos en algo y todos tenemos algo que aprender, pero parece evidente que cada individuo puede llegar a poseer una diferente inteligencia hasta un nivel de competencia adecuado.

Es muy importante observar a los alumnos y anotar sus progresos, incluso los más simples, aunque en un principio no se observe ningún avance tenemos que tener claro, que es un trabajo que necesita tiempo y los resultados se irán viendo poco a poco como afirma Antunes (2009): “La fascinación del aprendizaje se manifiesta por la percepción del progreso, (…) incluso el más modesto” (p.15).[1]

El alumno cuando está interesado y se siente motivado por la actividad o juego, se siente como él es en realidad, actúa y decide sin miedo. A la hora de trabajar los estímulos, debemos tener en cuenta la importancia de esos estímulos y ver lo que necesita casa alumno, ya que son beneficiosos para las inteligencias, pero siempre buscando un equilibrio, puesto que, tanto la falta como el exceso de los mismos, puede influir de manera determinante en el desarrollo cognitivo.

El modelo de investigación sobre las inteligencias múltiples (Gardner, 2001) se basa en que todos los humanos poseemos al menos ocho formas de inteligencia que, por lotería genética, se presentan en distintos estados de desarrollo cuando nacemos, con lo cual, demuestra que la naturaleza de la mente es múltiple en cuanto a habilidades cognitivas, pero, no se debe confundir con la idea de que algunas personas poseen unas inteligencias y carecen de otras.

Gardner (2006) ratifica que las distintas inteligencias pueden desarrollarse a lo largo de toda la vida, hasta conseguir un alto grado de destrezas en cada una de ellas. Gardner remarca que la brillantez en matemáticas o lengua, las inteligencias más favorecidas en el sistema educativo tradicional no son suficientes para desenvolverse en la vida. Dicho de otro modo, cuando hablamos de que el alumno tiene las competencias excelentes, por ejemplo, en matemáticas, si el niño no se defiende de forma correcta en sus relaciones con los demás, estará limitado en algunos aspectos de su vida social y profesional. Es por esto, la importancia de desarrollar todas las inteligencias múltiples en el aula.

Según Armstrong (2006)[2] la teoría de las inteligencias múltiples defiende que “existen muchas maneras de ser inteligentes en cada categoría” (p.34). Por ejemplo, una persona puede demostrar su inteligencia lingüística siendo muy bueno escribiendo poemas o un artículo de periódico y, sin embargo, sentirse muy incómodo a la hora de dar un discurso. Gardner ha comprobado que todas inteligencias son igual de importantes para un buen desarrollo cognitivo (Armstrong, 2006).

Es de máxima importancia ha explicado Armstrong (1999) que reconozcamos y formemos toda la variedad de las inteligencias humanas, y todas las combinaciones de inteligencias. “Todos somos diferentes, en gran parte porque todos tenemos distintas combinaciones de inteligencias. Si lo reconocemos, creo que por lo menos tendremos una mejor oportunidad para manejar de manera adecuada los muchos problemas que nos enfrentan en el mundo. ” (p.33)

La descripción de las inteligencias múltiples Howard Gardner (1993) distingue que cada persona disponemos de ocho tipos de inteligencias múltiples que combinamos indistintamente y que posteriormente completa con nueve:

  • La inteligencia lingüística-verbal: es la capacidad de emplear de manera eficaz las palabras, manipulando la estructura o sintaxis del lenguaje, la fonética, la semántica, y sus dimensiones prácticas. Se encuentra en los alumnos a los que les encanta redactar historias, leer, jugar con rimas, trabalenguas y en los que aprenden con facilidad otros idiomas.
  • La inteligencia física-cinestésica: es la habilidad para usar el propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos, y sus particularidades de coordinación, equilibrio, destreza, fuerza, flexibilidad y velocidad, así como propioceptivas y táctiles. Se la aprecia en los alumnos que se destacan en actividades deportivas, danza, expresión corporal y/o en trabajos de construcciones utilizando diversos materiales concretos. También en aquellos que son hábiles en la ejecución de instrumentos.
  • La inteligencia lógica-matemática: es la capacidad de manejar números, relaciones y patrones lógicos de manera eficaz, así como otras funciones y abstracciones de este tipo. Los alumnos que la han desarrollado analizan con facilidad planteamientos y problemas. Se acercan a los cálculos numéricos, estadísticas y presupuestos con entusiasmo.
  • La inteligencia espacial: es la habilidad de apreciar con certeza la imagen visual y espacial, de representarse gráficamente las ideas, y de sensibilizar el color, la línea, la forma, la figura, el espacio y sus interrelaciones. Está en los alumnos que estudian mejor con gráficos, esquemas, cuadros. Les gusta hacer mapas conceptuales y mentales. Entienden muy bien planos y croquis.
  • La inteligencia musical: es la capacidad de percibir, distinguir, transformar y expresar el ritmo, timbre y tono de los sonidos musicales. Los alumnos que la evidencian se sienten atraídos por los sonidos de la naturaleza y por todo tipo de melodías. Disfrutan siguiendo el compás con el pie, golpeando o sacudiendo algún objeto rítmicamente.
  • La inteligencia interpersonal: es la posibilidad de distinguir y percibir los estados emocionales y signos interpersonales de los demás, y responder de manera efectiva a dichas acciones de forma práctica. La tienen los alumnos que disfrutan trabajando en grupo, que son convincentes en sus negociaciones con pares y mayores, que entienden al compañero.
  • La inteligencia intrapersonal: es la habilidad de la autoinstrospección, y de actuar consecuentemente sobre la base de este conocimiento, de tener una autoimagen acertada, y capacidad de autodisciplina, comprensión y amor propio. La evidencian los alumnos que son reflexivos, de razonamiento acertado y suelen ser consejeros de sus pares.
  • La inteligencia naturalista: es la capacidad de distinguir, clasificar y utilizar elementos del medio ambiente, objetos, animales o plantas. Tanto del ambiente urbano como suburbano o rural.

En principio se pretende desarrollar todas las inteligencias múltiples, pero, nos centraremos en unas más que en otras, siempre debemos tener en cuenta, qué habilidades están más desarrolladas en nuestros alumnos y cuales menos. Estas habilidades las podremos valorar con el test, por ejemplo, que realizarán los alumnos a principio de curso. El docente guiará el proceso de crecimiento y dominio de la personalidad del niño.

[1] Antunes, Celso: Estimular Inteligencias múltiples: Qué son, cómo se manifiestan, cómo funcionan. (Educación Hoy) 2021. Tapa blanda. Editorial Narcea. Traducción de Alberto Villalba. Cita de la edición de 2009 en portugués.

[2] Armstrong, Thomas (2006)Inteligencias Multiples En El Aula / Multiple Intelligences in the Classroom: Guia Practica para Educadores / Practical Guide for Teachers (Paidos Educador / Education) (Spanish Edition)

OBSERVATORIO DE EDUCACIÓN DE ARCO

Directora: Rosa Amor del Olmo

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EL ARCHIVO DE ÁNGEL GARMA: MEMORIA DEL PSICOANÁLISIS

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EL ARCHIVO DE ÁNGEL GARMA: MEMORIA DEL PSICOANÁLISIS

El pasado miércoles 23 de marzo tuvimos al placer de acoger en la Agrupación Especial Ateneísta Ángel Garma en el Ateneo de Madrid la Conferencia del equipo del CSIC que nos ofrecieron Rafael Huertas, Raquel Ibáñez y Rosa Villalón donde nos mostraron un documento de enorme valor con relación a la custodia y trabajos de restauración del archivo personal y profesional de Ángel Garma. Pudimos ver magnificas imágenes de diferentes documentos, como cartas, borradores, apuntes, fotografías personales y un video del 21 de Enero de 2020 donde la Biblioteca Tomás Navarro Tomás daba la bienvenida a Carmen Garma, la hija de Ángel Garma
y su nieta Carmencita.

Para la Agrupación Ángel Garma del Ateneo de Madrid es un privilegio esta colaboración con la Biblioteca Tomás Navarro Tomás y su equipo que junto al Instituto de Historia del CCHSCSIC tienen como objetivo contribuir a la difusión de este “Fondo Ángel Garma” que con enorme generosidad ha dejado su hija Carmen Garma como un legado para el reconocimiento merecido de la obra del psiquiatra y primer psicoanalista español. Como dijo Jorge Mario Mom presidente de la APA, durante el homenaje a Garma organizado por ACTA el 12 de diciembre de 1970 en Buenos Aires:
“Por eso, como ustedes pueden apreciar, es mucho lo que le debemos al Garma Maestro, directa e indirectamente; pero mucho, también a este Garma compañero, tan actual, que junto a su mujer, colega y compañera – Betty Garma, alarde de estímulo y vitalidad – es y sigue siendo, para nosotros, ejemplo de vida, valor y presencia permanente.»

La Agrupación Ángel Garma será la primera Agrupación Psicoanalítica en los 200 años de historia del Ateneo y es un orgullo que lleve el nombre de este psicoanalista y psiquiatra español tan poco conocido en nuestro medio y al que, junto a su hija Carmen, tanta admiración y cariño tengo. Es por eso mi emoción de este evento del 23 de Marzo, que abrió al público no solo un archivo, sino un ejemplo de vida y profesionalidad.

Alfonso Gómez Prieto

Presidente de la Agrupación Ángel Garma del Ateneo de Madrid
Secretario Tercero de la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid

AGRUPACIÓN ESPECIAL ATENEISTA ANGEL GARMA

La palabra y Eros: amor, sexo, erotismo y… ¿porno?

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La palabra y Eros: amor, sexo, erotismo y… ¿porno?

Vaya batiburrillo lingüístico que tenemos en nuestro día a día. Parece que la palabra aclara, delimita, define y describe. Pero, como nos pregunten por alguno de los términos que se relacionan con el dios Eros, la callada por respuesta, ojos de besugo, balbuceos más o menos consistentes, puntos suspensivos y adiós, muy buenas: nos refugiamos en el derecho a la privacidad, en eso de que lo íntimo es mío y paso palabra.

La que armó aquel ser divino responsable de la atracción sexual, venerado también como semilla de fertilidad. Niño alado, hijo de Afrodita y Ares, flechas que van directas al amor humano y a las pasiones; amor a la sabiduría y a la belleza, también. Deducimos pues que el término ‘eros’ de amplia semántica, confunde. ¿Dónde establecemos la frontera de conceptos agitados en una coctelera “on the rocks”? Parece que el amor poco tiene que ver con el sexo, y algo con el erotismo y nada con el porno.

Woody Allen en 1972, ocupado en estas cuestiones, plasmó un testimonio de dicha mixtura en Todo lo que usted siempre quiso saber sobre el sexo pero nunca se atrevió a preguntar, y salíamos de su proyección apelmazados con aquel seno gigante rodando por la colina o el espermatozoide negro colado en una nave especial pronta a despegar.

En 1993, la inefable pareja Verónica Forqué y Jorge Sanz, interpretaron otra perla cinematográfica, “a la española”, en ¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo? Después de verla, nuestras conciencias, tras años de la muerte de Franco, se esponjaban y se tranquilizaban al separar sexo y amor, erotismo y afecto. Nos queda por encajar en la familia léxica el porno, o sea, la palabra y sospecho que 50 sombras de Grey lo enrevesa más.

(Continuará)

Pilar Úcar

Observatorio de Filología y Lengua española de Arco Europeo

Directora: Pilar Úcar Ventura