NI UN PASO ATRÁS!!

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He dedicado una parte importante de mi vida a luchar por una sociedad mejor, más justa, más igualitaria, a construir respuestas frente a quienes nos quieren volver a llevar a un pasado negro donde nadie podía votar ni opinar y en el que las mujeres éramos meros sujetos pasivos.

Considero que ahora más que nunca debemos apoyar al Gobierno de España todos los que queremos una sociedad progresista y justa, todos los que no queremos perder la democracia; considero que es una irresponsabilidad hacer coro con la derecha reaccionaria con el pretexto de ejercer el derecho a la crítica o de explicar teorías pseudocientíficas.

Debemos unir nuestras fuerzas y no dispersarnos con discursos que con frecuencia sólo esconden narcisismos y frustraciones.

Un abrazo para todos,

 

Ana Pulido Benito, Directora de Arco Cultural y Vicepresidenta Primera de Arco Europeo.

 

El Primero de Mayo de 1900

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En este artículo nos acercamos al Primero de Mayo en la capital de España del año 1900. El Socialista publicó el 30 de marzo de 1900 una resolución del Comité Nacional del Partido Socialista, de 26 de marzo, firmada por Pablo Iglesias, como presidente, y Juan José Morato, como secretario, relativa a la celebración del Primero de Mayo de ese año, que refleja la posición socialista no sólo en relación con esta cuestión, sino también su estrategia política y social, por lo que merece nuestra atención. Los socialistas señalaban que, como se vivía en un régimen político dominado por los reaccionarios, los obreros no podían manifestarse en los espacios públicos, un derecho reservado solamente para los privilegiados o los partidos que representan sus intereses. Había que celebrar, por lo tanto, el Primero de Mayo en locales cerrados. En este sentido, conviene que hagamos un poco de Historia sobre lo ocurrido en la década final del siglo XIX.

En algunos momentos se habían producido actos violentos asociados al Primero de Mayo, especialmente, en el primero de ellos, diez años antes en Cataluña, pero donde el protagonista anarquista había sido evidente. Barcelona fue declarada en estado de sitio con presencia de tropas y de la Guardia Civil. Muchos patronos cerraron las fábricas. La presencia anarquista en Valencia derivó también en altercados. Eso mismo ocurrió en las zonas de control anarquista en Andalucía, especialmente en Cádiz y en Córdoba. Pero, por otro lado, el éxito de la jornada del 1º de mayo en otros lugares provocó que los socialistas decidieran repetirlo al año siguiente y se celebraron reuniones por todas las ciudades europeas. Los socialistas españoles tomaron la decisión en Bilbao. Los anarquistas se reafirmaron en su defensa de la huelga general para esa fecha. El gobierno español, ahora en manos de Cánovas, ante la experiencia vivida, decidió prohibir las manifestaciones públicas, aunque permitió los mítines y reuniones en locales cerrados. Los socialistas optaron por respetar la legalidad y decidieron que la fiesta se limitase al cese del trabajo y la celebración de actos. Eso provocó que el 1º de mayo de 1891 no tuviera nada que ver con el entusiasmo y la movilización del celebrado el año anterior. Destacaron los incidentes en Cádiz, y que influyeron en posteriores hechos sangrientos ocurridos en Jerez. Al año siguiente se decidió que el 1º de mayo sería una manifestación anual internacional. Los socialistas españoles analizaron la situación: los sucesos de Jerez, la posición anarquista y la postura del gobierno, que, independientemente de su signo político, liberal o conservador, siguió siendo contraria a las manifestaciones públicas. En consecuencia, tomaron la decisión de que, a partir de entonces, la jornada debía ser un día de afirmación plena de la lucha obrera pero no de la revolución social. Habría que organizar actos conmemorativos, siempre con ánimo pacífico. Los anarquistas decidieron que, al no poder realizar la revolución ese día, no tenía mucho sentido la jornada. A mediados de la década de los 90 dejaron de tener interés en el Primero de Mayo.

La celebración del Primero de Mayo en la España del primer cuarto del siglo XX se desarrolló entre la autorización y la prohibición gubernamentales. A comienzos del siglo fue autorizada por el gobierno, pero las autoridades provinciales no siempre fueron favorables a las manifestaciones. En este sentido, en el mitin madrileño de 1900 se aludiría a los temores infundados del Gobierno, aunque se señaló que el gobernador civil no había desplegado en ese año un gran alarde de fuerzas.

En la resolución del Comité Nacional se insistía en la importancia de que en ese día no se trabajase, y que todo debía transcurrir en paz y orden. El empleo de la violencia era inevitable para conseguir la emancipación, pero ese momento no había llegado aún. El empleo de medios violentos solamente era deseado por los explotadores. Se consideraba que sería una torpeza caer en esa provocación porque les permitiría acabar con el movimiento obrero, restringiendo los derechos conquistados de reunión y asociación, impidiendo la defensa de los intereses de los trabajadores. Estaba claro que los socialistas diferían claramente de la estrategia seguida por los anarquistas en relación con el Primero de Mayo. La fuerza había que demostrarla, siempre siguiendo la resolución, en el poder mismo de la organización, de la conciencia de clase, en la acción común y en la “seriedad y sensatez que se revelen” en todos los actos que se realizasen.

Ese debía ser el camino para arrancar conquistas sociales, como una legislación favorable a los intereses de los obreros, especialmente el respeto de la jornada de ocho horas, pero también en favor de los que vinieran después, y contra las guerras “donde tantos proletarios sucumben”. El Partido Socialista animaba a seguir en la lucha para conseguir los objetivos de los trabajadores. El Primero de Mayo era un momento capital en esa lucha.

En varios números del periódico obrero socialista de los días previos a la celebración se publicó una proclama sobre el Primero de Mayo llamando a los trabajadores para que participasen de tan importante fecha para los socialistas. Por otro lado, se sucedieron las reuniones de las distintas Sociedades Obreras para adherirse a los actos que se iban a celebrar. “El Socialista” publicó una sección para informar de estas decisiones, tanto para el caso madrileño como para el del resto del país.

En el número 739 (4 de mayo de 1900) apareció la crónica de lo acontecido en Madrid capital. La mayoría de los trabajadores pararon, tanto en la construcción como en los talleres. Todo comenzó de forma optimista, porque hasta la lluvia de días anteriores había dejado paso a un día soleado.

Se celebró un mitin multitudinario en el Frontón, lleno de las banderas de las distintas Sociedades obreras y de la Agrupación Socialista de Madrid. En el mitin hablaron destacados líderes, entre los que hay que citar a Largo Caballero y a Pablo Iglesias. Recordemos que Largo había ingresado en la Sociedad “El Trabajo” de albañiles de la UGT en 1890, y en la Agrupación Madrileña en 1894.

Es interesante destacar que el periódico reseñaba que la nota dominante de los discursos había sido la de recomendar “templanza” a los obreros, mientras la clase obrera no fuera lo suficientemente fuerte. Todos los oradores condenaron el empleo intempestivo y prematuro de la violencia que solamente podían ofrecer “frutos de sangre, víctimas para los inquisidores”. Se insistió, pues, en las decisiones tomadas en el Comité Nacional.

Los discursos también ahondaron en el relato de los progresos de la clase obrera en los últimos años, además de resaltar la importancia del Primero de Mayo. Destacada fue también la apelación al internacionalismo, a la fraternidad entre todos los obreros y al deseo de que terminasen todas las guerras.

El acto terminó con una actuación del Orfeón. Todo se desarrolló de forma ordenada y sin alteraciones, algo que, como hemos comprobado, siempre fue una preocupación de los socialistas. En el exterior se tuvieron que quedar muchas personas que no cabían en el Frontón. Los cálculos de El Socialista nos hablan de que entre asistentes en el interior y en el exterior se llegó a una concentración de unas 17.000 personas, aunque no tenemos otras fuentes para contrastar el dato.

La fiesta vespertina se desarrolló en la Fuente de la Teja sin incidentes, en un ambiente puramente festivo, con banda de música, cohetes y una breve actuación del Orfeón.

La celebración concluyó con un tercer acto en el Teatro Novedades donde se realizó una representación teatral con varias partes, destacando una en la que unas jóvenes representaron la Verdad, la Ciencia, el Arte, la Libertad y la Industria. El Orfeón cerraría el acto. Pero, aunque el día había comenzado con poca presencia de la fuerza pública, terminó de forma contraria, ya que el gobernador desplegó muchos efectivos en la zona donde estaba el teatro.

En conclusión, para El Socialista los obreros habían demostrado lo que de ellos podía esperar “la noble causa del Trabajo”.

En el siguiente número de El Socialista (en ese momento era semanario) se hacía un repaso a lo que la prensa madrileña había publicado sobre la celebración del Primero de Mayo.

Al parecer, el Heraldo de Madrid había dedicado abundante espacio a recoger artículos de los principales socialistas españoles, algo que se agradecía desde El Socialista porque, efectivamente, era una tribuna de amplia difusión, demostrando la tolerancia del medio. Recordemos que el Heraldo de Madrid se había creado en 1890, y que en los primeros años del nuevo siglo había alcanzado una amplia tirada, siendo muy popular. Unos pocos años después de los hechos que estamos relatando se dedicó a apoyar la labor de Canalejas.

Por su parte, El Liberal dedicó uno de los concursos literarios que convocaba al Primero de Mayo, y que ganó el socialista Matías Gómez Latorre, que había sido redactor de El Socialista. Al parecer, se habían presentado unos doscientos escritores. Matías Gómez es un personaje fundamental en la Historia del PSOE desde su fundación hasta el final de la Guerra Civil, ya que, a su longevidad (91 años tenía cuando murió en el exilio), se unió un intenso compromiso. Fue uno de los grandes tipógrafos del Partido, contribuyendo a su fundación en la comida del 2 de mayo de 1879. Para acercarnos a su vida conviene consultar la extensa ficha que le dedica el Diccionario Biográfico del Socialismo Español.

Los socialistas se sentían muy agradecidos con ambos medios de comunicación, pero consideraban que los elogios, como las críticas no modificarían su actitud. Al parecer, algunos pensaban que la mayor atención que la prensa nacional había dedicado a los socialistas era interesada, aunque no en los dos casos citados. En enero de 1900 se había creado la Unión Nacional, impulsada por los regeneracionistas, destacando en este empeño Joaquín Costa. Algunos medios, supuestamente, habrían querido contrarrestar la fuerza de esta nueva formación con la de los socialistas. En todo caso, la Unión Nacional sería un experimento político fallido.

En el mismo número 740 del periódico socialista se realizó un repaso destallado de la celebración del Primero de Mayo en distintos lugares de la geografía española.

Eduardo Montagut es Historiador

Eduardo Montagut

REFLEXIONES SOBRE LA DISCORDIA EN TIEMPOS DE CONFINAMIENTO

Alfonso

El insulto no es una táctica política recientemente inventada. Cinco siglos antes de Cristo la retórica clásica había acuñado el término “argumento ad hominem” para referirse al uso del argumento personal, el ataque verbal a un individuo como expresión de un vacío argumentativo en el pensamiento.

Escojo el insulto como manifestación contemporánea sobresaliente de la degradación de la vida, por la sencilla razón de que su empleo ha invadido la vida política a extremos que carecen de antecedentes. Por supuesto, la degradación conoció etapas infinitamente más extremas y espantosas. Pero precisamente no es a ellas a las que quiero referirme, sino a las que han convertido el lenguaje que forma parte de la contienda cotidiana, corriente, y el aprovechamiento de la disolución entre lo íntimo y lo público, en un instrumento de descalificación que recorre todo el espectro social: líderes políticos, influencers, opinólogos, comentaristas anónimos en las redes sociales. El insulto integra lo que denominamos “la nueva normalidad”, es decir, la siniestra comprobación de que solo se requiere tiempo para que una aberración cobre carta de ciudadanía y se integre al paisaje, y que pasemos de largo, indiferentes o anestesiados frente al rebajamiento moral de los discursos.

¿Por qué surge con tanta virulencia el insulto en estos tiempos de confinamiento en las redes sociales? ¿Por qué tan difícil es la sana dialéctica?

Nosotros no nos vamos a olvidar de estos momentos de pandemia, de este momento de apocalipsis. Ni en la ciencia ficción se pudieron imaginar que este aire, este gas virulento de virus, ha invadido el planeta tierra. Es impresionante. Está todo el planeta invadido. Sin embargo, lo más maravilloso es que reaccionamos globalmente muy bien. No obstante descubro en los grupos de las redes sociales que el confinamiento despierta nuestras pulsiones más primitivas. Son las pulsiones de amor, sexo, de autoconservación y también las pulsiones agresivas. Las pulsiones más primitivas son las que nos acercan al otro y las que nos separan del otro, y una forma de expresión de la agresividad es el insulto al otro ante la discordia.

Curiosamente estando confinados a veces nos reímos mucho y, a veces, hay también miedo. Hay tres sentimientos: el sentimiento de la dificultad de convivir, el del sonreír, del estar contentos, de pasar un momento bien. Como me decía un paciente: ”Yo estoy maravillado, encantado, hago lo que quiero». Y después tenemos el otro sentimiento, que es del miedo. El miedo viene cuando uno va a la televisión y ve las cifras de los muertos. Piensa en uno o en aquellos que queremos mucho, sobre todo las personas de edad. Allí tenemos miedo. Son los tres sentimientos: amor, miedo y, a veces ,dificultad, desafíos y peleas. A veces detrás de la expresión de esas pulsiones agresivas se esconde precisamente ese miedo y vulnerabilidad ante lo que nos sucede y es un caldo de cultivo para su expresión las redes sociales donde a modo de una falsa masa, porque los mensajes quedan escritos y se puede filtrar uno a uno, alguien puede pensar que en la soledad de su casa y su ordenador y como parte de una turba digital, puede agredir verbalmente a otro sin consecuencias. Las personas, en muchas ocasiones, prefieren seguir un proceso mental sencillo ante un estímulo, como una información, que un análisis más crítico, y esta comodidad a la hora de actuar se puede traducir en insultos o agresiones. Se utiliza el concepto de “eco digital” para explicar estas situaciones.

«Para entender el concepto se puede poner el ejemplo del fútbol. Si yo soy seguidor del Real Madrid, solo sigo a perfiles del Real Madrid, y leo prensa deportiva exclusiva de Madrid, es evidente que mi opinión y mi relación con otras personas es muy sectaria. Si en ese momento un aficionado del Barcelona, que sigue mis mismas pautas, se cruza en mi camino, es más que probable que entable una conversación en términos muy desagradables, ya que se trata de alguien que intenta ir contra todo lo que yo pienso», a partir de ahí la dialéctica es imposible.

En ese sentido se está produciendo en la sociedad española una división con relación al manejo de la situación sanitaria, creándose grupos confrontados donde la opinión intragrupo diferenciada no es escuchada y es agredida y censurada.

En España vemos que hay muchas deficiencias en el sistema sanitario y de prevención, lo cual ha producido una desagradable confrontación política, de nuevo una España dividida cuando más unida debía estar.

No se busca la verdad,  con relación a lo que ha sucedido para ser uno de los países mas afectados por el coronavirus, se produce una lucha por miedo a la perdida de poder, un no reconocimiento de errores, baluartes defensivos incluso ante la crítica interna en los partidos políticos, como si se tratara de una disciplina de voto, que muy a menudo lleva al insulto y descalificación del otro.

El discurso científico en dialéctica pierde valor frente a un discurso político muy empobrecido. Una colega amiga trabaja como internista en un Hospital de Madrid y me decía que en algunos momentos la situación era terrible porque hay que elegir a qué paciente se trata. Y es cierto que la mayor parte de los pacientes con patología que pueden esperar, que no son una patología urgente, son delegados para poder atender a aquellos que en este momento tienen un riesgo de vida o de muerte.. ¿Cómo puede confrontar la sociedad esa real posibilidad que es la muerte por falta de medios, por selección, por darwinismo? ¿Qué sienten los políticos en sus debates ante estas situaciones?. Pienso que ese darwinismo de circunstancia es lo que se impone cuando hay situaciones de emergencias graves. Pienso en el accidente de avión que tuvo lugar en la montaña, en Los Andes, donde efectivamente se discutía quién se comía a quien en ese momento tan trágico y tan final, tan extremo.

Esta experiencia de la pandemia va a ser inolvidable.

Todo va a ser cuestionado tras esta crisis por la gente: la globalización, la concentración económica, el poder de las grandes potencias, las decisiones que adoptaron los gobiernos, las políticas sanitarias, la protección.

Desgraciadamente pienso que los países dominadores van a volver a ser dominadores. Que esta macroeconomía que vivimos, donde hay mucho dinero en el mundo, mucho, mucho dinero, va a seguir.  Espero que cambien los sistemas sanitarios, que se pueda debatir ampliamente lo sucedido, es incuestionable que algo no ha funcionado bien, pero que ese cuestionamiento no se confunda con la agresividad y luchas de poder políticos, sino con una mejora del ciudadano y una mayor protección que la que ahora hemos tenido.

Que la grandeza de miras pueda ante la mezquindad, seguramente va a haber una preocupación mayor en las organizaciones de los hospitales, de las clínicas, de los sistemas de prevención.

Espero que desde el punto de vista médico y sanitario estemos reforzados. Vamos a aprender de esta lección, pero sobre todo que en el caos pueda, al final del túnel, retornar la armonía, que del insulto y agresividad se pase a la ironía, que recordemos que el fanatismo no lleva a ningún buen  puerto, que podamos pensar libremente lejos de las ataduras, que un partido político no se convierta en una confusión entre ideales compartidos y ausencia de sujeto individual, el cual es excluido o visto como enemigo interno, y dando lugar a una ausencia de diálogo posible donde al disidente solo le quedaría como oportunidad ante la falta de escucha el grito en el que se anuncia un saber que escapa a la universalidad, siendo señalado con la amenaza implícita de ser un conspirador que intriga a conciencia, para ser mas exactos a mala conciencia, con mala intención, de ahí a la agresividad e insulto al “disidente” solo hay un paso, que se franquea en estos momentos de confinamiento por la pulsión de muerte, donde al oponente interno se le convierte, de un modo paranoico en conspirador malintencionado y dividido literalmente, puro desecho, pura basura en el colectivo grupal.

Que la ideología no se vuelva loca, bajo la máscara del progreso o la libertad a modo de perversión, donde la creencia se vuelve en certeza y no se la pude refutar por la vía dialéctico-reflexiva con ayuda de la crítica, que el significante amo no se esconda de forma encubierta tras el telón de la democracia, que se mantenga una autonomía de cada sujeto, que ahora en estos momentos tan confusos y duros donde a veces parece que el soporte de nuestro mundo venga a desvanecerse no caigamos en el síntoma ideológico que obture la búsqueda del saber y la verdad y nos permita reconocernos como sujetos libres en nuestro discurso.

Alfonso A. Gómez Prieto

Médico y Psicoanalista. Presidente de la Agrupación Ángel Garma del Ateneo de Madrid. Director del Arco Psicoanalítico de Arco Europeo

 

El horror de las cenizas mezcladas

 

CRISTINAAndré Comte-Sponville, filósofo francés (que fue mi profesor en la Sorbona y con quien tengo una gran transferencia de trabajo) ha comentado que lo que le sorprende de la pandemia de la Covid 19 no es la gravedad del virus sino la locura mediática que lo acompaña como si los periodistas y las personas en general se percataran de repente que somos mortales. Como si eso fuera una novedad.

Por otro lado el filósofo Zizek ha dicho que él cree que cuando todo esto pase, puede haber un giro donde surjan nuevos sistemas con tendencias más comunistas o socialistas.

Mucho se está hablando y discutiendo de todos los problemas que están surgiendo y que son terribles, y también de las fallas en los sistemas actuales. Las fallas a nivel de la salud pública y privada, las fallas a nivel económico, los problemas por el cambio climático, la cuestión de las guerras, la problemática del sistema capitalista neoliberal, el colapso de los hospitales…

También hay mucha disputa en torno a lo que dicen los presidentes o mandatarios en todos los países. Hace unos días, por ejemplo, aquí en España, Pedro Sánchez dijo en una ocasión que «pronto regresaríamos a la normalidad» y muchos fueron los que lo criticaron ferozmente diciendo que ¡de ninguna manera debemos volver a la normalidad! porque la normalidad es lo que ha creado precisamente el problema.

Todos estos temas me parecen muy importantes y son puntos a debatir de manera profunda. Es por ello que me reuní con Jesús Muñoz, director de editorial Ledoria en España y juntos acordamos publicar un nuevo libro llamado COVID 19: REFLEXIONES Y VIVENCIAS para que las personas pudieran expresar lo que piensan y sienten con motivo de esta crisis terrible que está azotando nuestro planeta.

El libro se publicará a principios de mayo y contará con 90 autores. Lo presentaremos en diversos eventos vía ONLINE para que podamos seguir hablando de este momento histórico sin precedentes que todos estamos viviendo.

Pero en esta conferencia yo quiero centrarme en la labor que tenemos los psicoanalistas en este momento. Creo que es una labor vital porque si bien es cierto que hay consecuencias de orden general, también es cierto que las personas, nuestros analizantes necesitan ser escuchados desde sus historias propias y personales.

Muchas personas se cuestionan si se puede hacer análisis virtual. Yo creo firmemente que e dispositivo analítico ocurre en el momento en el que hay un encuentro entre el analista y su analizante. En esta contingencia no hay otra manera. La escucha analítica se está haciendo de tres maneras: vía telefónica (solo la voz) frente a frente en pantalla o vía correo electrónico.

Debido a que escuchamos todos los días cifras de fallecidos, la muerte está siendo protagonista. Sabemos que no es la primera vez, ya ha habido otras pestes que han dañado al mundo. Los pueblos han tenido que realizar actos desesperados cuando se han visto rebasados en la capacidad para enterrar a los fallecidos. Los aztecas, por ejemplo, cuando fueron infectados de viruela en 1520 echaban cal viva a los muertos o incluso quemaban sus casas con los cadáveres dentro para evitar tocarlos e infectarse. Hay por lo tanto, la necesidad de hablar del horror ante la muerte. El horror ante esas cifras de fallecidos.

Quiero comentar un suceso muy interesante que podré transmitir a través de un caso clínico: El analizante me contactó porque estaba teniendo una angustia insoportable, era la idea de que después de incinerar a su padre, le entregaban las cenizas mezcladas. El horror a las cenizas mezcladas lo sumergió en una angustia que le era imposible aplacar.

En la escucha analítica se pudo articular que había ocurrido un suceso en 1920. Resulta que en esa época, aquí en España se estaba pasando por una epidemia que fue devastadora: la gripe española. El abuelo de este paciente murió de la gripe española y en el discurso se dijo que a la hora de incinerar su cuerpo (como se hacían incineraciones colectivas) le entregaron a su abuela las cenizas mezcladas de su abuelo.

El padre de mi paciente se infectó del coronavirus y estuvo grave en un hospital. En ese momento surgió la angustia, producto de un recuerdo reprimido de otro momento donde ocurrió algo similar en su historia.

Las cosas que escuchaba en las noticias le aumentaba la angustia. Pensaba que si su padre moría iban a llevarlo al Palacio de Hielo en Madrid y seguramente iban a confundir los féretros e iban a entregarle el cuerpo de otra persona que no era su padre. Vivía el horror a los cuerpos mezclados.

Esta historia reconstruida en la escucha analítica ha podido calmar la angustia y disminuir la pesadilla.

No obstante, quiero transmitir que una de las cosas más dolorosas que estamos atravesando en estos tiempos aciagos, es la imposibilidad de hacer el duelo.

El no poder despedirse de los seres queridos que han muerto sin que se les haya podido acompañar. Los rituales de los entierros y las muertes no se han podido realizar y esto está acarreando problemas psíquicos muy intensos porque no se han podido simbolizar.

Por ello, en mi opinión, hoy más que nunca, se necesita de la escucha psicoanalítica.

Y por ello, en mi opinión, hoy más que nunca, el psicoanálisis se tiene que reinventar.

 

Esta conferencia se transmitió vía ONLINE en un Congreso llamado El psicoanálisis en tiempos de pandemia: efectos psíquicos organizado por Lapsus de Toledo México.

Cristina jarque es psicoanalista en Toledo, fundadora y presidenta de Lapsus de Toledo Internacional, vicepresidenta de la Fundación Europea para el Psicoanálisis, presidenta de EnsoñArte, representante de Criva en España, creadora de los Monólogos Femeninos.

Los pájaros microscópicos

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Por Adrián Jarque

Recuerdo una reflexión que tuve con un compañero tras visionar la famosa obra audiovisual “Los Pájaros” de Alfred Hitchcock. En esta reflexión, analizamos la brillante e innovadora técnica que Hitchcock utilizó para “engañar” a su audiencia. Durante el primer acto, pensamos que la historia va a seguir los tópicos del cine negro que el famoso director siempre utiliza, y que observamos en sus otras películas. Una misteriosa y atractiva mujer está a punto de sobrellevar una aventura romántica, envuelta en drama y suspense, con otro hombre que conoce. Una premisa bastante conocida y rutinaria en este género, eso sí, hasta que de repente los pájaros se vuelven locos, y comienzan a atacar a la gente. La historia queda interrumpida e inacabada por completo, ya que los personajes son puestos en confinamiento, y se declara el estado de alarma.

Este gran giro es casi una ruptura de la cuarta pared en naturaleza. Es casi como si los personajes supiesen que ese ataque no es parte del show principal, y no saben cómo reaccionar; como si por sus cabezas pensasen “Esto no estaba en el guión”.

Esa es la forma en la que me siento, tras verme atrapado en estas cuatro paredes y su techo, durante este mes y medio, el cual se asemeja más a año y medio en mi cabeza. Todos mis compañeros, al igual que yo, teníamos planes que llegaban a extenderse hasta el próximo invierno. Seguíamos nuestras vidas, día tras día, sin mayor conflicto; secuencia por secuencia, como el guión de una película. Nunca imaginamos que esta rutina podría verse tan brutalmente interrumpida por algo que no estaba si quiera contemplado en este “guión”.

Así como Hitchcock transmitió en su famosa película, la monotonía de nuestros calendarios, la cual a veces llegamos a despreciar, no es más que una mera ilusión sobre la que basamos nuestras vidas. La naturaleza puede revelarse en cualquier momento, y sin ningún tipo de aviso previo; poniendo fin a esa predecible rutina sobre la que girábamos. En este caso, en lugar de unos pájaros locos, se trata de un organismo tan simple que la ciencia no sabe si llamarlo vida, pero tan complejo que es capaz de paralizar las vidas de los demás, en el mejor de los casos, y en el peor de ellos, destruirlas por completo.

Es ahora cuando decido profundizar sobre este último punto que acabamos de mencionar: La destrucción de las vidas. He de admitir que alguien joven y sano como yo, no llegó a imaginarse la catastrófica pérdida de vidas que ha supuesto esta aflicción internacional. Incluso tras ver las noticias y escuchar el creciente número de bajas, dicho número no se llega realmente a procesar en la mente de uno mismo hasta que no llegas a ponerle un rostro. Ese número es casi abstracto en su naturaleza, hasta que alguien en tu círculo se vuelve parte de ese número. En mi caso, fue una profesora del centro en el que desarrollé mi educación secundaria. Todos los recuerdos, emociones y vivencias que dicha profesora ha compartido con mis compañeros y conmigo, así como aquellos que compartió con su familia y seres queridos, son parte de ese número ahora. Fue entonces cuando tras ver que una pequeña parte de todas estas personas que ella conocía (incluido yo) desapareció con ella que, en efecto, pude contemplar el número por lo que realmente significaba.

Disciplina, propósitos laborales, eventos sociales, trabajo sobre la salud y el bienestar, incontables planes y esquemas, todo ello que pertenecía al futuro construido en mi cabeza, perdido ante este conflicto mundial. Si antes pensaba tanto en el futuro, ahora que me hallo confinado no dejo de caer en el pasado y en cómo echo de menos mi vida cotidiana. Hoy en día, tan solo sacar la cabeza por la ventana y sentir el sol sobre mi ser es suficiente para sentirme mejor. Nunca antes he anhelado tanto el contacto humano como ahora. Las risas, conversaciones y compañía de los demás son esenciales para la salud mental. Miro por la ventana el mismo horizonte que vi ayer y que veré mañana, como si a nuestro alrededor nos envolviese una burbuja en la que el tiempo no avanza; y al final, lo que más ataca a mi alma es, evidentemente, en cómo será la gestión de mi vida cuando todo esto acabe. Me recuerda a la cómica e irónica situación de Gregor Samsa, en la que se pregunta cómo demonios va a conseguir ir a trabajar una mañana en la que se ve convertido en un insecto gigante.

El mundo seguirá girando, sin embargo. Es simplemente de esperar a que en uno de esos giros, pueda caminar sobre las calles de mi rutina otra vez.

Adrián Jarque es cineasta y técnico de post-producción por la TAI (Universidad Rey Juan Carlos) en España, miembro de Lapsus de Toledo España.

 

 

 

Sobre apostasía y socialismo a fines de los años veinte

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Por Eduardo Montagut. Es historiador.

Dentro de nuestras investigaciones sobre el socialismo español ante el hecho religioso y la Iglesia en la época del reinado de Alfonso XIII nos hemos encontrado con una iniciativa de la que no conocemos su desenlace, aunque no creemos que prosperase, pero que tiene su interés porque fue un intento de promover la apostasía a finales de la década de los años veinte, en los tiempos finales de la Dictadura de Primo de Rivera. Los socialistas siempre fueron muy respetuosos, en general, con las creencias personales, y su ataque a la Iglesia solía ir encaminado a denunciar su poder como institución que sostenía el régimen capitalista y político, aunque, bien es cierto que no dejaron de atender a la necesidad de fomentar el librepensamiento, como lo atestiguan sus escuelas laicas en las casas del pueblo. En todo caso, estaríamos hablando de un documento que, creemos, no es muy conocido, a pesar de que fue público en su momento.

Efectivamente, en el número del 8 de febrero de 1929 de El Socialista se incluía un artículo que llamaba por el título a defenderse frente los “desmanes del clericalismo”.

El trabajo planteaba que se producían muchos abusos clericales en España, como denunciaba el propio periódico obrero, pero también otros periódicos de signo liberal. Se aludía a casos concretos del momento sobre la imposición de las prácticas religiosas católicas en establecimientos hospitalarios sobre pacientes que no eran católicos. Se aludía también a cómo en el Heraldo de Madrid se había publicado un artículo que recordaba que el Código Penal castigaba a quienes coaccionaban en materia religiosa, ratificando el derecho constitucional a opinar libremente en cuestiones religiosas. No debemos olvidar que, por nuestra parte, hemos encontrado muchas denuncias desde finales del siglo XIX en las páginas del periódico socialista sobre conflictos no sólo en este tipo de instituciones sanitarias y/o asistencia, sino, sobre todo, en la hora de la muerte con intentos por parte de párrocos y religiosos de imponer sepelios católicos a fallecidos socialistas que, en muchos casos, habían declarado en vida su negativa a recibir exequias religiosas, o habían tenido una vida apartada de la Iglesia.

Ante esta situación el artículo llamaba a la defensa frente a un clericalismo calificado de audaz y violento. Un medio podía pasar por hacer lo mismo que se practicaba en Alemania y Austria, es decir, desligarse “de todo vínculo legal con el clericalismo”, una forma de considerar la apostasía, término que no aparece como tal en ningún momento del artículo. De ese modo, siempre según el texto, se crearía un “estado de derecho” que permitiría defenderse mejor frente a la Iglesia, de la “tutela clerical”. Esta separación de la Iglesia era considerada, por lo tanto, como un medio eficaz para poder llevar a los Tribunales a quienes pretendieran atropellar las propias opiniones, ya que, según nuestra opinión se podría aplicar la legislación que combatía la imposición de opiniones y comportamientos, al vulnerar libertades personales. El periódico consideraba que los abogados socialistas debían buscar la fórmula legal para conseguir este objetivo, es decir, volvemos a insistir en que en ningún momento se explicita la regulación de la apostasía, pero, en realidad era lo que se estaba demandando.

Una vez alcanzada la fórmula se presumía que se abriría un movimiento en toda España al que se sumarían muchas familias que indebidamente aparecían dentro de las filas del catolicismo, aunque no lo eran de hecho, pero sí de derecho.

Hemos empleado como fuente el número 6240 de El Socialista.

 

 

 

La convivencia en el confinamiento

CRISTINA

Cristina Jarque es una Psicoanalista de prestigio internacional. Cofundadora de la Asociación psicoanalítica Lapsus de Toledo.

Vivimos tiempos aciagos desde que la terrible crisis por la pandemia de la COVID 19, el llamado coronavirus, azotó al planeta entero, de la noche a la mañana. Aquí en España el confinamiento empezó el 13 de marzo. Debido al confinamiento hemos tenido que recurrir a nuevas alternativas para trabajar, a estas nuevas alternativas se les ha denominado «el teletrabajo». La mayor parte de las personas que acuden a mí, lo hacen desde la desesperación y la angustia. Yo diría que el motivo principal que está agravando síntomas antiguos y despertando miedos que estaban apaciguados es la intensa incertidumbre. Sabemos que por el simple hecho de ser mortales no tenemos control sobre muchas cosas. No obstante saber que no hay certezas, de alguna manera la vida humana se ha ido rigiendo por ciertas situaciones que producen la idea de que hay ciertas cosas que están bajo control.

Creo que el horror al que nos está confrontando esta pandemia es al hecho de que esa idea, la de tener las cosas bajo control, es simplemente eso: una idea, una falacia. Hemos perdido el control… Y ahora ¿qué?

La incertidumbre aparece e invade el alma de las personas, aumentando la impotencia, la intolerancia y la agresividad. Emociones todas ellas ligadas a la intolerancia a la frustración. En un mes de confinamiento he escuchado la recaída de varios pacientes que habían logrado mantenerse sobrios, algunos por más de 25 años. El encierro se está viviendo de muy diversas maneras… Nadie lo vive igual, cada quien lo vive a su manera. Esa particularidad es la que observamos todos nosotros, los que investigamos la naturaleza de la psique humana. Cada familia tiene sus propios códigos para afrontar el problema del confinamiento y la frustración ante la incertidumbre.

La convivencia familiar es algo muy complejo. Hay algunos profesionales que dan ciertas pautas para ir llevando mejor el confinamiento, tales como son el hacer rutinas, el alimentarse de manera sana, el tener horarios de comidas y hora de dormir, no quedarse en pijama, hacer ejercicio, yoga, meditación… Yo quiero concentrarme en decir que la escritura puede ser un remedio muy adecuado para la convivencia familiar porque permite que la persona logre ponerse en contacto con sus sentimientos y al escribirlos le da palabra a esos pensamientos. Esto permite que pasen a ser dichos. De esa manera podemos tener la posibilidad de sacar afuera lo que vamos sintiendo sin que se quede acumulado dentro. Escribir, ya sea un diario o en forma de cartas puede ayudar mucho a resistir la problemática de la convivencia porque es una parcela propia que nos permite desconectar de las obligaciones que tenemos para con el resto de los integrantes de la familia. De esa manera cuando estemos con ellos, podremos convivir mejor pues ya hemos tenido nuestro propio espacio. También he visto que en estos momentos hay una especie de revelación de deseos inconfesos, por ejemplo las parejas que habían postergado los divorcios y en la crisis toman la decisión, o jóvenes que dudaban qué estudiar y en la crisis toman la decisión. Las crisis hacen surgir los deseos más profundos y muchas veces son las crisis las que resuelven dudas que de otra manera nunca se hubieran resuelto. Para enfrentarnos a la convivencia en el confinamiento me resulta muy importante compartir las cinco etapas del duelo descritas por Elisabeth Kübler-Ross. No siempre se presentan en el mismo orden, pero han estado presentes durante esta terrible crisis que nos afecta a todos por igual, en todos los casos que he escuchado en este mes de confinamiento. Aprender de estas etapas puede sernos de mucha utilidad.

1) Etapa de la Negación: se niega la realidad para amortiguar el golpe. Al principio todo mundo lo negaba (incluso los gobernantes) «no es más que una gripita» «no pasa nada»…

– Etapa de la Ira: surge la agresividad como resultado de saber que ha ocurrido algo terrible y que no se puede hacer nada para cambiarlo. En esta etapa empiezan a surgir los culpables. «La culpa la tienen los chinos… el gobierno… las religiones…».

– Etapa de la negociación: se empieza a vislumbrar la posibilidad de encontrar soluciones. «Seguramente aparecerá alguna vacuna… algún medicamento… alguna cura…». «No hay mal que por bien no venga». «Todo pasará».

– Etapa de la depresión: la realidad del confinamiento hace que surja una sensación de vacío que confronta al sujeto a una crisis existencial. En este caso particular (el que estamos viviendo a nivel mundial por la pandemia) se agudiza la tristeza y se puede caer en melancolía profunda, debida a la incertidumbre del futuro laboral y de la situación económica que es absolutamente crítica y difícil para todos. «Cómo voy a mantener a mi familia». «He perdido el trabajo»…

– Etapa de la aceptación: es el momento en el que se logra seguir viviendo, aceptando que hay un problema y tratando de encontrar nuevas alternativas y salidas. Cada quien irá encontrando de manera individual las suyas.

Hay que tener la valentía de poder reconocer estas cinco etapas e irlas viviendo conforme se presenten. Hay que encontrar la sabiduría para aceptar que todos estamos pasando por las mismas etapas y que a nivel psíquico, todos estamos afectados. Entonces y solo entonces podremos decir que hemos logrado sobrevivir (a nivel psíquico). Y entonces… seguramente ¡algo surgirá!

 

 

Las socialistas madrileñas frente al hambre y la represión en 1918

Eduardo Montagut

Eduardo Montagut es Historiador

La hambruna que sufrió España en el invierno de 1918 provocó multitud de motines. En estas protestas tuvieron un gran protagonismo las mujeres, especialmente en Málaga y Barcelona, pero no solamente. Algunas de esas mujeres que luchaban por el abaratamiento de las subsistencias, y contra los acaparadores que encarecían productos básicos, ya de por sí muy caros a consecuencia de la guerra mundial, lo pagaron con su vida. Esta situación provocó la reacción de las organizaciones obreras y del Partido Socialista. En ese contexto, las socialistas madrileñas quisieron solidarizarse con los protagonistas de los motines, y, sobre todo, con las mujeres que protestaban.

El Comité de la Agrupación Femenina Socialista acordó visitar a José Bahamonde y de Lanz, a la sazón ministro de la Gobernación, para protestar contra la conducta seguida por los gobernadores de Alicante y Málaga contra las mujeres manifestantes, y exigir su cese.

La visita tuvo lugar el 25 de enero de 1918 a primera hora de la tarde. Allí se presentaron Carmen González, Concepción Aranda, Faustina González, Elena Norabuena y Herminia Fanego, que expusieron al ministro el objeto de su visita. Exigieron la destitución del gobernador de Málaga, porque, al parecer, ya lo había sido el de Alicante. Pero el comportamiento del ministro no fue muy atento, porque intentó despedir a las socialistas rápidamente. Ante la respuesta de Bahamonde, las mujeres socialistas replicaron al ministro que creían su deber enseñarle “una libreta de pan” que habían comprado, y a la que faltaban 120 gramos. La escena debió ser dura, porque el ministro insistió en no atenderlas más, pero tuvo que escuchar la protesta de las socialistas, que consistió en expresarle que como no se perseguía el fraude de los panaderos, no debía extrañar a nadie que el pueblo, harto de tener que comprar un pan tan caro y adulterado en el peso, se amotinase.

El hecho de la protesta femenina socialista trascendió a la prensa, generando un bulo que el órgano de expresión del PSOE desmintió, explicando lo que había ocurrido en realidad, dentro de un clima de alta tensión entre la opinión pública. Al parecer El Liberal y El Sol aseguraban que la Agrupación Femenina Socialista de Madrid había tomado el acuerdo de secundar la actitud de las mujeres en Barcelona, que, como bien sabemos, estaban protagonizando un intenso motín contra la carestía. Además, se daba una fecha, el 28 de enero para que se pusieran en marcha. Los socialistas se indignaron porque la noticia era falsa, y achacaban la misma a un intento de justificar el empleo de la represión ante cualquier protesta que se pudiera generar en Madrid. Lo que, en realidad, había ocurrido, se había circunscrito a la mencionada visita al ministro.

Para conocer lo que supuso aquel invierno nos podemos acercar a las siguientes fuentes:

La revuelta de las faeneras malagueñas tuvo lugar a mediados del mes de enero de 1918. Para conocer este conflicto se puede consultar el trabajo de Mª Dolores Ramos, “Crisis de subsistencia y conflictividad social en Málaga: los sucesos de enero de 1918”, en Baena. Estudios de Arte, Geografía e Historia, nº 6, (1983), pag. 441 y ss.

Sobre el caso barcelonés, “El motí de les dones de 1918: la vaga de subsistències, per Soledad Bengoechea y María-Cruz Santos”, en Catxipanda. Diari no Diari d’Història.

Pero también hubo revueltas en otros lugares, como las que protagonizaron las mujeres ferrolanas. En este sentido, podemos consultar el artículo, “La rebelión de las mujeres ferrolanas en 1918 contra la carestía de la vida”, en Mundiario (juni de 2016). Siguiendo en Galicia, Xosé Alfeirán, publicó en febrero de 2018 en La Voz de Galicia, “Los motines del hambre azuzados por las mujeres”.

Hemos consultado el número 3103 de El Socialista. Conviene consultar también el Diccionario Biográfico del Socialismo Español para conocer las trayectorias de las protagonistas de este hecho histórico.