¿Qué significa hablar mal?

20220201_001610

¿Qué significa hablar mal?

Por Pilar Úcar

Desde este marco incomparable en el que me encuentro, hoy va de reflexión veraniega o estival, mientras aprieta la canícula en una nueva ola de calor que asola e invade nuestro país.

Unos cuantos clichés lingüísticos se han enunciado en la presentación inicial (¡qué énfasis tan innecesario!, ¿verdad?)

A modo de reflexión casi filosófica, me permito formular un variado elenco de preguntas acerca del significado de “hablar mal”, y no me refiero a ningún defecto físico relacionado con los órganos productores de la voz, sino a esa expresión tan manida por insistente de: “pero, ¡¡qué mal habla!!” ¿Qué ocurre?, nos podríamos plantear que el menda de turno al que se le adjudica ese adverbio farfulla, bisbisea, masculla, barbotea…o que chismorrea, cotillea…

Van las interrogaciones: ¿Quién habla mal? ¿Algunos profesionales hablan peor que otros? ¿Soltar tacos es hablar mal? ¿Con quién y a quiénes hablamos mal? ¿Dónde se habla mal? ¿Con los familiares, con los amigos, en nuestro país y no en otros allende los mares?

¿En el norte de España se habla mal o en los archipiélagos? ¿Depende del origen social y económico, de la posibilidad de acceder a estudios y de la educación recibida y practicada?

¿Nuestros jóvenes, hablan mal? ¿Los yayos? ¿La generación Z o los boomers? ¿Los extranjeros que aprenden nuestro idioma?

En definitiva, “¿qué es hablar mal?”. La enjundia radica en la oposición establecida entre bien y mal como dos polos que se atraen como dos extremos que se repelen.

Cela, Hita, Quevedo, Valle-Inclán, Lázaro de Tormes, Calixto…unos famosos malhablados, algunos reales y otros ficticios.

Sin rasgarnos las vestiduras (otro cliché más) y sin convertirnos en el azote lingüístico de propios y extraños, cuidemos la comunicación para facilitar la interacción humana, pensemos antes de decir y no digamos siempre lo que pensamos.

FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

AddText_03-19-12.37.26

Directora Pilar Úcar Ventura

El bucle de la pregunta-respuesta en el periodismo de hoy

20230731_104409

El bucle de la pregunta-respuesta en el periodismo de hoy

¡¡Qué poco trabajo tienen las personas que son entrevistadas por los periodistas!! Da igual de qué se trate, no importa el tema, ni la cuestión que ocupe a “preguntador y respondedor”.

Ya no existe ni la pregunta cerrada ni abierta. Va todo en el mismo pack, en un dos por uno promocional; quienes esgrimen la alcachofa, sea micrófono inalámbrico, de petaca o modelo Madonna, en el estudio de radio, ante la pantalla televisiva o a pie de calle (inefable barbarismo de estilo y lingüístico), lo dan todo mascadito para que no se atragante el interpelado y no haya error ni omisión: son los propios comunicadores os que preguntan y (se) responden, así que al invitado y al especialista solo le queda poner cara de interés, de pasmo, de espera atenta y al final el papel asignado en este teatrito es el de convidado de piedra: “no se preocupe, ni se sofoque ni se ponga nervioso, ya contesto yo, usted impasible el ademán, pose, sonría y fin”. A otra pregunta.

La cara de besugo es de campeonato: la respuesta que se supone va a dar el interrogado ya aparece explícita en la pregunta, cada vez menos interrogativa y más enunciativa, o sea, una breve -o no tanto- conferencia de supuesta sabiduría personal, para eso han pasado por las aulas de Ciencias de la Información o de Comunicación (tanto da).

Un auténtico monólogo, una introspección en voz alta: dos guiñoles en el escenario. Uno pregunta y responde, y por si no ha quedado claro, repite, insiste y repregunta, y por supuesto, recontesta. Poco hay de diálogo (casi entre besugos) en el acto comunicativo que describo en estas líneas hoy: emisor y receptor se identifican, se funden en una suerte de contexto fluido inapelable.

FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

AddText_03-19-12.37.26

Directora Pilar Úcar Ventura

Teología y palabra de teólogos

20230725_112801

Teología y palabra de teólogos

Por Pilar Úcar

Siempre me ha llamado la atención cómo hablan los teólogos y, sobre todo, cómo escriben.

Su redacción rezuma exordios, comentarios intelectuales, glosas, comparaciones y ejemplos; florituras lingüísticas más o menos atinadas y más o menos conocidas por el amplio público. Asistimos a todo un recorrido histórico, un recuerdo pretérito hecho presente de citas de filósofos y religiosos, mártires y exégetas…todo un despliegue de figuras retóricas, referencias y frases sentenciosas.

Me resulta un arcano su vocabulario, la terminología tan críptica y a la vez bien sonante, pomposa, casi rugidora, llena de abstracciones, atiborrada de conceptos parasintéticos, neologismos y latinismos. El común de los mortales se mueve de la biblia a los evangelios, la consagración y el santiamén, carta de uno a otros y de otros a uno: la epístola y preces o peticiones.

A mí me gusta indagar en sintagmas como: “mistagogía eclesial ignaciana” (Papa Francisco Bergoglio dixit) o en estos otros adjetivos aplicados al gran sustantivo Teología: Fundamental, Dogmática, Moral, Espiritual y Pastoral; seguimos: Eclesiología, Cristología, Patrística, Parábolas, Sacramentos y Libros proféticos…un auténtico elenco de materias que imagino tan variadas como extensas y tan variopintas, selectas y selectivas con matices y límites que yo desconozco.

Conviene desbrozar sus palabras, las que profieren los teólogos, analizar el tono y atender a su entonación; seguir sus gestos, comedidos y pausados, nada de aspavientos ni de decibelios. Como si no hubiera prisa, en un tempo lento que el Paráclito detiene con intensidad y reflexión. Los silencios, ¡¡qué importantes!! La línea melódica que advierte con cierto aire admonitorio, delicada pero contundente: no dan puntada sin hilo. Estoy segura.

Logos y Verbo, Dios vivo, Dios carne, Divinidad trascendente, Palabra, Guía y Gracia.

Hasta las mayúsculas se concitan en este sínodo, conciliábulo grandilocuente. Mejor no me meto en este jardín. Amén.

Directora Pilar Úcar Ventura

23 J : DÍA CLAVE PARA NUESTROS DERECHOS

_20220107_003026

El próximo domingo 23 de julio tenemos que decidir que gobierno queremos para España. En Arco Europeo Progresista tenemos claro que es necesario garantizar con el voto los derechos de los ciudadanos.

Por ello, no dudamos en pediros a todos los progresistas que el próximo domingo vuestro voto ayude a parar cualquier retroceso en nuestros derechos.

ARCO EUROPEO PROGRESISTA CÍRCULO CONSTITUCIONAL LIBERTAS

AddText_07-11-12.51.18

 

La palabra y algunos fenómenos de la naturaleza

20220418_194545

La palabra y algunos fenómenos de la naturaleza

Por Pilar Úcar

“Polvo en suspensión y viento racheado, ola de calor y granizada, pleamar y marejadilla” … superadas las “líneas isobaras y el anticiclón” que siempre estaba incrustado en las Azores, más allá de “chubasco y chaparrones, rayos y truenos”, los fenómenos meteorológicos, como fenómenos naturales que son, se dan en la atmósfera y en la literatura, en las conversaciones diarias de cualquier registro idiomático; según el grado de intensidad, pueden tener efectos positivos o negativos no solo en los ecosistemas, sino también, en las sociedades humanas que se comunican a través del lenguaje.

Ahora conocemos al Niño y a Filomena, compartimos terraza veraniega y “batamanta” invernicia con la ciclogénesis explosiva, la gota fría y el aire caliente del Sahara, mientras nos vigilan estratos, cúmulos y nimbos amenazantes o tranquilizadores.

Y, claro, la lengua permeabiliza y cala hasta los huesos como el sirimiri o el orvallo: pocos son los gremios que se libran de esta jerga formada por metáforas tan comunes y conocidas: en política, en deportes y economía, en cultura y espectáculos: “lluvia de aplausos, le ha dado el siroco, después de la tempestad, viene la calma, tormenta de insultos, tsunami de protestas, marejada en el partido, ha entrado como un huracán, sequía de propuestas, paredes inundadas de carteles” …

La riqueza de nuestra lengua se basa esencialmente en el trasvase de términos de un campo léxico a otro; terminología ajustada al objetivo del mensaje y a la intención del emisor. Ya Aristófanes en Las nubes, advierte que los fenómenos producidos por las nubes, el sol o la luna, expresan el beneplácito o la disconformidad de los dioses con las decisiones de los hombres. Pero me parece que esto último tiene más que ver con el cambio climático y la sostenibilidad del planeta…

FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

AddText_03-19-12.37.26

Directora Pilar Úcar Ventura

Claridad ante todo… ”Poner negro sobre blanco”

AddText_01-25-02.32.41

Claridad ante todo… ”Poner negro sobre blanco”

Pilar Úcar

¡Cuánto nos gustan los colores! Y si dan en contraste, más. Y si son extremos, mejor. Las expresiones con blanco y negro se multiplican: “gato negro, suerte negra, quedarse en blanco, estar sin blanca, verlo todo negro o dar en el blanco” y unas cuantas más. Hace algunas décadas llegaron aires de incorrección política y anduvimos temerosos de aplicar el término negro para cualquier circunstancia, elemento, persona o cosa del discurso no solo hablado, sino también escrito; parece que se han relajado aquellas mordazas foráneas y hoy campan a nuestras anchas (casi) el negro y el blanco, sobre todo el negro y se materializa en la profusión, muy periodística, sin duda, del modismo: “negro sobre blanco”; poner algo en esas tonalidades con el sentido de dejar claro un mensaje.

Una fórmula lingüística elegante, en apariencia, que viene a sustituir todo lo que se esconde en la estructura profunda saussureana: “tú, a ver si te enteras, más claro, agua”.

Ese “negro sobre blanco” nos remite al uso de la tinta negra que marca y mancha el papel blanco con signos, santos, señas y señales para dejar constancia de un contenido que se pretende “claro”, albo, como el amanecer; claridad frente a verba volant. Scripta manent supone un compromiso de lo dicho. Lo escrito, escrito queda. Pero sabemos que del dicho al hecho…y por eso, de tanto repetir la expresión que hoy nos ocupa, pronto acabará desemantizada y perderá su valor prístino.

La originalidad léxica está en no abusar, no insistir machaconamente en la idea y en la estructura, en el significado y en el significante pues se corre el riesgo de convertirlo en un cliché sin efectividad comunicativa. La riqueza del lenguaje radica en la capacidad de emplear sinónimos que doten al mensaje de variedad y atracción estilística y conceptual.

FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

AddText_03-19-12.37.26

Directora Pilar Úcar Ventura

Ese consecutivo, seguido y contiguo…

20221028_090636

Ese consecutivo, seguido y contiguo…

Por Pilar Úcar

Oímos de modo “consecutivo” (un día sí y otro también, repetida e ininterrumpidamente) dicho adjetivo aplicado a cualquier contexto, en cualquier foro y sobre todo por parte de los periodistas a quienes les debe parecer muy común y poco sofisticado el correspondiente “seguido”.

No sé si en la facultad de Comunicación -lo que venía siendo Periodismo de toda la vida o Ciencias de la Información- les aconsejan buscar sinónimos, evitar el consabido y archiconocido seguido para elevar el nivel del contenido del que informan o comunican, o bien el del público en general, que asiste a la desaparición de lo sencillo y claro, lo que todo el mundo dice y usa.

Por supuesto que la sinonimia enriquece el discurso oral y escrito, resulta una perogrullada afirmar que conviene conocer el mayor número de vocablos, más o menos similares para facilitar la comprensión entre emisor y receptor -a sabiendas de que la sinonimia absoluta no existe-; pero, la reiteración insistente, valga el énfasis, del “consecutivo” tan poco empleado en la conversación cotidiana, rezuma cierto tufillo “snob”; se trata de un término de moda entre los reporteros, que alcachofa en mano y pinganillo en la oreja, lo profieren con visos de altura intelectual; llama la atención su extemporaneidad cuando se trata de comunicación llana, habitual, rápida y efectiva sin distancia jerárquica. La RAE lo define así: “ir detrás de uno” para nombrar a aquello que sucede o aparece a continuación de otra cosa de forma inmediata o sin interrupciones.

Me estoy imaginando, ahora en tiempo de rebajas, expresiones del tipo: “usted va consecutiva, ¿verdad?”, “puede pasar al probador consecutivo” al describir nuestra posición de espera en la cola de una tienda, por ejemplo. La cosa lingüística se enmaraña y da en “raruno”, si añadimos el menos frecuente “contiguo”.

FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

AddText_03-19-12.37.26

Directora Pilar Úcar Ventura

 

Rebosante de palabras y expresiones… el verano ya llegó

20220913_131810

Rebosante de palabras y expresiones… el verano ya llegó

Por Pilar Úcar

Entre onomatopeyas: ufff, arggg, puaggg, (las de siempre) y modismos al uso: “¡¡qué barbaridad, esto no hay quien lo soporte, un horror, para morirse!!”, recibimos al solsticio que corresponde por estas fechas; y es que ya se sabe: tras santa Quiteria y san Urbano, no hay más, “al fin y al cabo, por san Juan es el verano, y hasta san Miguel”. Sabio refranero, tozudo el santoral recuerda que Santiago y santa Ana en contubernio, bien en la montaña o en la playa, cumplen con el almanaque. Pronto habrá que añadir santo cambio climático (arcano para impenitentes descreídos, a pesar de las evidencias-empíricas y constatables- del Meteosat).

Caluroso, insufrible, bochornoso y sofocante, inaguantable, tórrido, seco (quizá idílico), “batita veraniega”, “corte de pelo fresquito”, “bolso veraniego”; verano azul, canícula estival, chiringuito y canción del verano, terraceo, festivales de verano, sunblock y protección cien, renovar el armario, mosquitos y antirrepelente.

Verano a tutiplén, por la derecha y por la izquierda, arriba, abajo y… “tinto de verano” al coleto.

Me interesa como lingüista desbrozar la intencionalidad del sufijo diminutivo aplicado al sustantivo que nos ocupa: “veran-ito” y la polisemia que se deriva de la estructura profunda invita a todas las interpretaciones comunicativas posibles, aunque predomina la irónica: “vaya veranito, ¿eh?” que lo mismo vale para un roto que para un descosido: entre padres e hijos, de comerciante de barrio a su clientela, de profesores a estudiantes, entre camareros y turistas; de todos los colores, como los gustos: afectividad con retranca, exageración mediterránea y crítica personal, humor torcido y broma con mala pata.

En la escuetez de dicha expresión cabe de todo, o casi; no obstante, si alguien detecta a la golondrina, que no aparte del todo la manta, por si las moscas (¡qué propio!).

FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

AddText_03-19-12.37.26

Directora Pilar Úcar Ventura

Argüelles y la abolición del comercio de esclavos

AddText_06-21-08.06.10

El próximo lunes 26 de junio el Profesor de la Universidad de Cambridge, Jesús Sanjurjo, dará en el Ateneo de Madrid una conferencia sobre «Agustín de Argüelles y la abolición del comercio de esclavos del Imperio español». Será presentado por el Presidente de la Agrupación Ateneísta Agustín Argüelles, José Antonio García Regueiro. Moderará el acto la Vicepresidenta de Arco Europeo, Ana Pulido Benito.

Much about nothing: o… ruido sin nueces

AddText_01-23-12.36.32

Much about nothing: o… ruido sin nueces

Por Pilar Úcar

Mucho ruido y pocas nueces, que son lo mollar del nogal, la enjundia y la esencia. El ruido no deja dormir, distorsiona los tímpanos y favorece la ligirofobia.

Nuestros políticos rizando el rizo y ejecutando “lo más difícil”, triple salto mortal carpado y con doble tirabuzón, nos dejan unas perlas -lingüísticas (y mira que saben poco de juntar una sílaba con otra- inefables, para el engorde de nuestro vocabulario cotidiano con pretensiones de cierta altura: siempre enriqueciendo la lengua y siempre apurando al máximo la morfosintaxis idiomática; la última vuelta de tuerca ha sido una patada polisémica a las figuras retóricas: más allá de la comparación, no dan ni una; cuando lo intentan con metáforas, sinécdoques o metonimia, apaga y vámonos.

Se creen hábiles en el uso y manejo del eufemismo -tan del gusto de muchas profesiones, como la medicina-; ese arte sibilino de esquivar el término justo y preciso. Ahora no paramos de oír y de leer el término “ruido” zarandeado de un lado al otro de la cancha que nos tiene a todos mareados: los grupos políticos hacen ruido en el hemiciclo, en la calle; los grupúsculos, más; ahora hay ruido en la política, entre unos y otros hay mucho ruido, como esos vecinos molestos, como el perro suelto por el parque, el teclear del piano de un aprendiz o el soniquete escolar de la flauta dulce.

Ahora se llama ruido a lo que antes y siempre se ha entendido por follón, discusión, disensión, alboroto, desbarajuste, zapatiesta, estar a la greña, embroncarse, ir a la gresca, vaya fregado, albañal, carajal, merdel, berenjenal, desorden, jaleo, tumulto, escándalo, barahúnda, tiberio, estruendo, bulla, estrépito…

Más nueces y menos ruido, más sinónimos y menos “fugarse” del meollo, más lengua, más palabras. A todo esto lo llaman ruido.

FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

AddText_03-19-12.37.26

Directora Pilar Úcar Ventura