EL TRIBUNAL DE CUENTAS EN EL ATENEO

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El pasado 13 de marzo tuvieron lugar en el Ateneo de Madrid las Jornadas “ACTUALIDAD Y FUTURO DEL TRIBUNAL DE CUENTAS”, que inauguró la Presidenta del Tribunal de Cuentas Dª. Enriqueta Chicano y concluyó el Presidente de la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas del Ateneo D. José Antonio García Regueiro.

El plantel fue el siguiente:

Inauguró: Enriqueta Chicano, Presidenta del Tribunal de Cuentas

Moderó: Carmen Villanueva, Técnica Auditora del Tribunal de Cuentas

Intervinieron:

Dolores Genaro, Presidenta de la Sección de Fiscalización Tribunal de Cuentas

Rebeca Laliga, Presidenta de la Sección de Enjuiciamiento Tribunal de Cuentas

Carlos Antero Maza, Subdirector de Tecnologías del Tribunal de Cuentas

José Antonio Pajares, ex Secretario General y Letrado del Tribunal de Cuentas

Cerró la jornada: José Antonio García Regueiro, Presidente de la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas del Ateneo de Madrid y Letrado del Tribunal de Cuentas

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La palabra “felizaño”… ¿hasta cuándo?

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La palabra «felizaño»… ¿hasta cuándo?

Por Pilar Úcar

Mucho se ha escrito sobre el tema de las felicitaciones y en especial de la expresión cómica “feliciano”, muy fonética ella en clara alusión al primero de año, de ese Año Nuevo que va en mayúscula o minúscula según el sentido y el uso que se dé como vimos en mi anterior colaboración sobre la ortografía navideña.

Un breve repaso al tema nos lleva a preguntarnos hasta cuándo seguir profiriendo la cantaleta que arranca días antes de la fecha en que se supone comienza el año nuevo.

Y digo “se supone” porque a una de mis doctorandas, china, eso de la felicitación cumpliendo el día, se la trae al pairo, pero muy educada me felicita, puntual, el 1 de este 2023 y yo tengo que esperar hasta el 22 de enero para devolverle otra rutina lingüística de cortesía: “igualmente”.

Ahí vemos la ficción del “añoviejo”, expresión en franco declive y la insistencia del nuevo año hasta… ¿marzo?, por ejemplo, con el pretexto de que no nos hemos visto todavía, o no hemos coincidido personalmente para desearnos in situ la “felicidad anual”.

Año que no tiene que ir, por obligación, precedido del determinante “el”. En la actualidad la RAE admite las formas “de 2023” o “del 2023”, “a 2023” o “al 2023” aunque prefiere y aconseja evitar el artículo.

En cualquier caso, nos encontremos a las puertas de 1962 o de este 2023 recién estrenado (no para los chinos, repito), conforme avanza el tiempo, no deja de resultar ridículo el hecho de repetir el sonsonete del “feliciano” que poco o nada aporta en la comunicación entre emisor y receptor.

Seguiremos trayendo a colación en este Observatorio expresiones hueras de contenido testimonios palpables de ciertos acuerdos sociales idiomáticos en un discurso con algunas pretensiones de interacción humana.

DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA

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Directora Pilar Úcar Ventura

En defensa del Ateneo

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En defensa del Ateneo

Por José Antonio García Regueiro

El próximo 27 de octubre tendremos que decidir los ateneístas si queremos sustituir el actual Reglamento por el propuesto por la comisión constituida para ello. Es una iniciativa del Presidente Luis Arroyo que entiendo muy positiva; en efecto, el sustituir el actual Reglamento se ha constatado necesario en los últimos años por los graves problemas que venimos arrastrando en la Docta Casa.

No he formado parte de esta comisión ni he participado directa o indirectamente en la elaboración del Reglamento que propone. Parto de la misma posición que la mayoría de los ateneístas, esto es, desde una posición neutral y sin ideas preconcebidas. Doy aquí mi opinión de forma breve y sin acudir a tecnicismos jurídicos.

En primer lugar, debemos tener en cuenta que si algo caracteriza a la Junta de Gobierno en el Reglamento todavía vigente es la inestabilidad. Una inestabilidad derivada, como ya expuse en mi anterior artículo, por su renovación anual por mitades y el que sean las listas abiertas. Es cierto que puede argumentarse que es un sistema muy democrático pero la práctica nos indica que con frecuencia se ha utilizado para pactos “contra natura” entre distintos grupos, de forma que el ateneísta cuando vota no siempre sabe que se cuece detrás.

Es más fiable para el votante que las listas sean cerradas y bloqueadas (como las que se utilizan para elegir a los miembros del Congreso de los Diputados); y son los gobiernos más estables y eficaces si se renuevan cada cuatro años (como el Gobierno de España).

También me parece más razonable que las asambleas generales de socios sean cuatro al año y no todos los meses; si es necesaria alguna más basta con convocar una Junta General extraordinaria.

Y, en general, es evidente que el nuevo Reglamento se corresponde mejor con las exigencias de la Ley Orgánica 1/2002, de 22 de marzo, reguladora del Derecho de Asociación.

Además, es importante tener en cuenta que estamos ante tres posibles escenarios. Que haya más votos en contra que a favor del nuevo Reglamento. Que los votos a favor del nuevo Reglamento consigan alcanzar la mayoría cualificada que se exige para su aprobación. Y, por último, que los votos a favor del nuevo Reglamento sean más pero sin alcanzar la mayoría cualificada exigida para su aprobación.

En los dos primeros casos la situación es clara y no ofrece mayor comentario. Pero en el caso de que haya una mayoría de votos a favor del nuevo Reglamento pero sin alcanzar la mayoría cualificada, tendríamos una situación muy singular: seguiría vigente el Reglamento actual a pesar de que una mayoría de Ateneístas ya no lo quiere. Es decir, seguiría siendo la norma legalmente válida, pero adolecería de una evidente falta de legitimidad.

Según mi criterio, en este último caso se debería hacer un esfuerzo entre todos los grupos relevantes del Ateneo para llegar a un nuevo Reglamento de consenso; para ello resultará imprescindible que se abandonen posturas numantinas en defensa del actual Reglamento. Toda hagiografía del actual Reglamento resulta perjudicial para el futuro del Ateneo.

En conclusión, lo realmente importante no es la defensa del Reglamento todavía vigente sino la defensa del Ateneo. Y no me cabe duda de que se defiende mejor a nuestro Ateneo con el Reglamento que propone la comisión.

Por todo lo expuesto, votaré a favor del nuevo Reglamento.

José Antonio García Regueiro, se presenta por el Grupo 1820 a Presidente de la “Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas” y a Secretario Primero de la “Sección de Ciencia y Cultura Militar”.

Es Letrado del Tribunal de Cuentas, Letrado del Tribunal Constitucional y Jurídico Militar. En el Ateneo es Presidente de la Agrupación Agustín Argüelles y ha sido Vicepresidente (2017 a 2019), Presidente de la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas (2020 a 2021) y Vicepresidente de la Sección de Cultura Militar (2020 a 2021). Socio del Ateneo 31.646.

En Madrid, a 24 de octubre de 2022

 

 

 

 

 

Por un futuro mejor para el Ateneo de Madrid

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Por un futuro mejor para el Ateneo de Madrid

 Por José Antonio García Regueiro, Presidente de Arco Europeo

Como cada año, el próximo 27 de octubre elegiremos a los consocios que nos representarán en las mesas de las distintas Secciones del Ateneo y, además, en esta ocasión, también tendremos la posibilidad de actualizar nuestro  Reglamento con el propósito, nos dice el Presidente del Ateneo, Luis Arroyo, de que sea “más democrático, más estable y operativo y para poner al día su funcionamiento de acuerdo con las leyes y las normas de nuestro tiempo”.

Como sabéis, el Ateneo afronta en los últimos años, sin temor a exagerar, unos retos cuya adecuada resolución es sin duda clave para conseguir que enlace con su pasado histórico a la par que se moderniza conforme exigen los nuevos tiempos. Sin duda, desde la llegada del actual Presidente Luis Arroyo con su equipo a la Junta de Gobierno, empiezan a darse signos esperanzadores de recuperación en los que son los pilares básicos para la vida de cualquier institución, esto es, la solidez orgánica y la sostenibilidad económica.

En este sentido, la actual Junta de Gobierno ha ido superando las políticas erráticas de anteriores presidencias pues éstas únicamente ofrecían parches a los distintos problemas, se mostraban incapaces de superar los desajustes estructurales y adolecían de cualquier tipo de iniciativa que permitiera conseguir la financiación suficiente.

No cabe duda de que un elemento positivo y estabilizador, que permitirá políticas más coherentes y prolongadas en el tiempo, es la previsión, entre otras, del Reglamento, que se somete a votación, de que la Junta de Gobierno se renueve totalmente cada cuatro años y que las elecciones a la misma sea por el sistema de listas cerradas y bloqueadas. Todos somos conscientes de la inestabilidad derivada de su renovación por mitades cada año y de las consecuencias poco edificantes de los pactos en la oscuridad que permiten las listas abiertas.

Por otra parte, debemos recordar las dificultades derivadas de la escasa financiación, tanto pública como privada, que nos condenaba a un modelo poco competitivo con otras instituciones semejantes, desventaja que se acrecentaba con gestiones poco afortunadas y nada acordes con las exigencias actuales.

El Grupo 1820 ha reforzado el comportamiento democrático de nuestros órganos adoptando medidas acertadas de política institucional, ha conseguido tanto el aumento de socios como de conferencias y espectáculos de excelente calidad, y ha asegurado la provisión financiera impulsando el crecimiento económico.

Por todas estas razones, los ateneístas que somos miembros de Arco Europeo apoyamos al Presidente Luis Arroyo y votamos a todas las candidaturas para las Secciones que presenta el Grupo 1820. Además, varios de nosotros formamos parte de las candidaturas del Grupo 1820.

José Antonio García Regueiro, se presenta por el Grupo 1820 a Presidente de la “Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas” y a Secretario Primero de la “Sección de Ciencia y Cultura Militar”.

Es Letrado del Tribunal de Cuentas, Letrado del Tribunal Constitucional y Jurídico Militar. En el Ateneo es Presidente de la Agrupación Agustín Argüelles y ha sido Vicepresidente (2017 a 2019), Presidente de la Sección de Ciencias Jurídicas y Políticas (2020 a 2021) y Vicepresidente de la Sección de Cultura Militar (2020 a 2021). Socio del Ateneo 31.646.

En Madrid, a 19 de octubre de 2022

 

La transición conjugada en gerundio

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La transición conjugada en gerundio, por Belén Rico García, Subdirectora de Arco Socialista

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Solemos decir la expresión, la España de la transición, como una etapa de los libros de historia ya pasada. No, aún estamos transicionando. Que no se han abierto todas las fosas ni analizado todos los cadáveres de ciudadanos españoles asesinados en las cunetas, no es lo único que nos quedar por concluir, ojalá, falta un aspecto muy primordial y es que aún no se ha estudiado minuciosamente todo lo ocurrido ni se ha contado la verdad de los hechos. ¿Por qué?.

Porque edulcorar la historia, azucararla, es una forma más de dominio y de control por parte de los vencedores de una guerra. No bastó solo el dominio político o económico, desearon el más poderoso,  el  de la propia historia, el de la memoria, controlar lo que permanecerá cuando nos hayamos ido. Controlar a través de poseer ellos el discurso.

No se puede hablar como pretenden algunos, descafeinando la verdad de lo ocurrido, gustar de decir que España vivió un régimen autoritario. No, España vivió una dictadura con todos los ingredientes que la ciencia política indica para ser denominada como tal.

Estos ingredientes son el terror, el culto a la personalidad, la propaganda, el adoctrinamiento, la purga del enemigo, y la política de limpieza.

Fue una labor tan bien realizada que de estos barros vienen estos lodos como diría Joaquín Sabina. Hagamos memoria, Franco animó a sus oficiales a ser extremadamente salvajes y brutales. Cuando tomaban una ciudad a las pocas horas había una carnicería innecesaria desde el punto de vista de la estrategia militar, pero que iniciaba la limpieza social. Con esta actitud se pretendía algo más que una victoria militar.

Pero Franco además de su ejército sanguinolento y fiel necesitaba poder entre los suyos. Mientras sus compañeros, los generales, se preocupaban de ganar batallas, él estableció un gabinete de prensa. Necesitaba marketing para sus propósitos. Pero necesitaba el poder sobre las élites de la iglesia, el ejército, las clases altas, la aristocracia y los grandes empresarios. Necesitaba todos los sectores de la sociedad. Ahora hacía falta la propaganda.

En las zonas conquistadas por Franco, muchos ciudadanos estaban en su contra. Para resolver este problema utiliza la política de limpieza social, la purga del enemigo, pero esta vez en su máxima crudeza. Ya no consiste en acorralar al enemigo, hay que erradicarlo, asegurarse que no queden vestigios de su ideología.

Consideró a los contrarios a sus ideas como no españoles, fuera del pueblo español. Los que no pensaban como él no eran España.  El ministro Serrano Suñer se jactaba de comentar ”fuera de España no hay españoles” . Me hiela la sangre no considerar españoles a tantos y tantos ciudadanos repartidos por el mundo para salvar sus vidas y a lo más granado de nuestra intelectualidad a Juan Ramón Jiménez, Zenobia Camprubí a Victoria Kent, a María Zambrano, a Madariaga, Severo Ochoa, Ángel Garma, María Lejárraga, Manuel de Falla, Picasso, Luis Cernuda, León Felipe, Machado, Elena Fortún, Margarita Xirgu, Rosa Chacel, Pedro Salinas, Ayala ,Max Aub, Buñuel, Sender, Clara Campoamor, Semprún…

Continuemos con los recuerdo, tras la finalización de la guerra y la huida de españoles del país, las exhibiciones triunfalistas proliferan como la más potente de las propagandas.

Otra táctica era el adoctrinamiento. Utilizaba el adoctrinamiento católico, incluso el catecismo que se usaba con los más pequeños para moldearlos informándoles con él sobre el régimen y sus bondades. El Cara al Sol de los patios de los colegios, la educación de las niñas en la feminidad rotunda. Separar las aulas por sexos. Inculcar valores patrióticos, religiosos y familiares, las llamadas clases de formación del espíritu nacional donde se inculcaba el espíritu fascista del régimen. El régimen velaba por la mujer caída a través del Patronato de la Mujer, brazo controlador la moral que se pretendía para las mujeres. Apoyaban su lucha en las ruinas morales y materiales producidas por el laicismo republicano y el desenfreno y la destrucción marxista, apartando a las mujeres del vicio y educarlas arreglo a las enseñanzas de la religión católica.

Como diría Nelson Mandela, “la educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo”. Nos construye la visión del mundo y juega con nuestras emociones y nuestros pensamientos. En el adoctrinamiento franquista, siempre estuvo presente el sexismo, la manipulación del lenguaje, la censura y la desigualdad.

La educación transmite valores, pero el adoctrinamiento dicta lo que hay que hacer sin reflexión alguna y desde la postura del sometido. Se buscaba una España de ciudadanos no educados sino dirigidos y conducidos. De ahí que el método educativo preponderante de la época fuese el memorístico, es decir, lo que no requiere reflexión. Instruir, no educar. Se trata de domesticar para someter y dominar a un español que no piense por si mismo sólo que acate órdenes.

Dar sustancia al miedo, impedir la escucha de discursos alternativos recordando a la población los riesgos de la vida sin el régimen.  A las mujeres se les anuló el deseo sexual, no sólo la libertad de realizarlo. Aún estando casada su deseo debía ser el de ser de madre no el de la sexualidad. Aceptar la dependencia masculina y que sin hombre no se es nada. El hombre, pater familia, trabaja fuera de casa y la mujer en el hogar. Este rol de género se intentaba transmitir a los niños.

La ideología se pretendía tramitar a través del contenido de las publicaciones para convertir en hombres y mujeres del régimen a los niños. Historias como Sissi, Flechas y Pelayos. La revista Bazar tenía secciones como “historias de santos”, “tijeras, hijo y dedal”, o “juguemos a ser amas de casa”, “manuales de comportamiento”, animando a las niñas a unirse a la sección femenina.

Gran parte de la literatura infantil imperante en la 2ª República desapareció dando paso a historias melodramáticas de niños huérfanos y desgraciados que consiguen la felicidad por su virtud de sacrificio. Pero la herramienta más visual de la propaganda socializante del Franquismo fue el NO-DO, noticiario panfletario de triunfos, embalses y la imagen de un caudillo trabajador y victorioso.

Franco recompensaba a quienes le informaban sobre casos de corrupción y lejos de tomar medidas contra los culpables procuraba que supieran quién les había denunciado. Mantenía así una llave clásica de poder personal, dividir para gobernar. Mantenía a la gente dividida entre denunciados y denunciantes. Dejarlo “todo atado y bien atado”, como decía Franco.

Otra estrategia utilizada por el régimen para someter el pensamiento de la sociedad fue asociar la política con el peligro y funcionó muy bien hasta finales de los años 60. Introdujo en la población la consigna de que tener una opinión política era cometer un crimen. Ello impidió que la gente entrase en política porque estaba asociada con el conflicto y la guerra. Al director de un  importante diario dijo Franco un día “Haga usted como yo, no se meta en política”. Él reclamaba una legitimidad por encima de la política de partidos. Antes que los partidos, la patria. La política como actividad indigna y fuente de conflictos.

Se  intentaba inocular el apoliticismo en los españoles. Esto fue  objetivo primordial de la propaganda franquista. Consiguió con estas estrategias congelar a España en el tiempo, dominar el pensamiento y la sociedad y cultivar una imagen de hombre de Estado benigno y soberano paternal de cara al exterior. Se fue creando el franquismo sociológico, es decir, el régimen de franco no se sostenía solo por el apoyo del ejército. La gente en masa por razones culturales o religiosas  se sentían bien acomodados en sus zonas de confort.

Al final de sus días, un dictador, asesino de masas, se llegó a proyectar como el abuelo del pueblo. Impresionante. Personalmente no encuentro un trabajo mejor hecho en la historia. Pero se enfrentaba al último de los desafíos, el futuro de su España, de su mesiánica creación personal cuando ya no estuviese entre los vivos, ¿cómo dominar después de muerto?

Confió en Juan Carlos de Borbón para que continuase su legado. El legado no se continuó exactamente, al pie de la letra, pero no desapareció del todo. En 1995 Adolfo Suárez confesó a micrófono cerrado a la periodista Victoria Prego que el PSOE estaba presionando en Europa para realizar un referéndum monarquía o república y las encuestas daban a la República vencedora.

En la actualidad Juan Carlos ya pasó a la historia y su hijo continúa el legado de Franco puesto que el designio en esta ocasión no es la monarquía por la gracia De Dios, lo es  por la gracia de Franco. Jamás se produjo este referendum, ¿quizá los líderes políticos, al igual que Franco, pensaban que el pueblo español no era lo suficientemente maduro como para ser republicano?.

Al igual que Victoria Kent propuso paralizar el voto de la mujer en sus tiempos porque la mujer no estaba preparada para votar libre, sino perversamente controlada por su confesor, su esposo o su padre, hoy esta posición estaría vigente con respecto a la votación sobre monarquia o república entre los españoles, como estuvo contaminada la transición y sus transicionadores. Víctimas de una sociedad y de su época. Durante la transición se olvidó adrede la memoria histórica y elaboraron leyes obstruccionistas basadas en la defensa del honor, la intimidad personal y el derecho a la propia imagen.

Mantuvieron paralizado, por miedo, la revisión del pasado entonces más reciente. Luego otra vez el adoctrinamiento y el miedo franquista continuaban con éxito su trabajo. De una forma u otra, alguien quiere adueñarse del pasado, aunque sea a través del silencio. Pero se consiguió el propósito, y es que una generación de jóvenes nacidos a final del franquismo y durante la transición desconozca el pasado reciente de su país. Se ha conseguido el objetivo principal del adoctrinamiento franquista, que les de igual. ¿De qué hablan estos? ¿gastar el dinero en levantar qué fosas? ¿quién es Franco?.

Los que se adueñaron del pasado, construyéndolo a su imagen y semejanza van ganando la partida, con la herramienta más silente y más hiriente, el olvido y la falta de interés de las generaciones jóvenes. Cuando Victoria Kent después de 20 años de lucha activa en el exilio regresa a España y ve una monarquía, coge un avión y no regresa jamás. En 1986 Felipe González le otorga la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort,  no volverá a España por un trozo de metal, sólo volvería por una República. Ella y tantos otros se sintieron muy traicionados y con ese dolor fallecieron disgregados por el mundo.

Si no se levantan las fosas, si no se hace un referéndum sobre monarquía o República, el legado del dictador continúa funcionando después de muerto, porque son sus designios los que consentiríamos siguieran vivos, sus mandatos, sus deseos.  El adoctrinamiento habría dado sus resultados, seguiríamos sin aplicar a la dictadura las consecuencias merecidas. Hace un tiempo el moderador de un foro televisivo preguntó ¿qué nos quedaba hoy del franquismo?

Yo cambiaría, tristemente ya mi pesar la pregunta por otra ¿Qué es lo que nos queda hoy sin la presencia todavía del franquismo?…la verdad sea dicha…muy poco.

El nuevo y pérfido método de actuación, es dejar pasar el tiempo, que el sometimiento continué, usando como método del olvido generacional. La violencia silenciosa de la doctrina franquista se sigue aplicando y nos mantiene aún pasivos. El tiempo empieza a ser importante. Que nadie muera sin la memoria rescatada de los suyos es la primera lección de democracia. El tiempo y su paso no nos espera. Mientras estos asuntos continúen pendientes y el legado franquista de imponer la monarquía también, la transición española sigue sin resolverse.

Nunca olvidemos que Franco no hizo una guerra como una campaña militar, lo que Franco  realizó fue un reajuste político de medidas que impidiesen que la República volviese existir jamás. Fue una forma de ingeniería social cuyo mecanismo aún no ha dejado de funcionar. Franco aún no muerto, porque su ingeniería social no lo ha hecho, la República aún no existe. Franco va ganando.

El día que España restablezca dignidades, haga de la monarquía un modelo de elección en las urnas, ese día podremos dar a Franco por muerto, y la transición por finalizada, pero aún no.

Ponencia del acto organizado por la Agrupación Ateneísta Agustín Argüelles sobre «El doble poder en España», en el Ateneo de Madrid el 6 de septiembre de 2022

 

Nuevo curso de Argüelles con el tema «El doble poder en España»

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Ayer martes 6 de septiembre reanudó sus conferencias en el Ateneo de Madrid la Agrupación Ateneísta Agustín Argüelles con el tema «El doble poder en España».

Lo presentó el Presidente de la Agrupación y también Presidente de Arco Europeo Progresista, José Antonio García Regueiro, y participaron como ponentes los ateneístas Joaquín Fernández Balbín, jurista, Alfonso Gómez Prieto, médico psicoanalista y Presidente de la Agrupación Ateneísta Ángel Garma, y Belén Rico García, socióloga, polítóloga y Directora del Observatorio de Sociología de Arco Europeo Progresista, que desde sus distintas perspectivas analizaron el pasado y el presente de los juegos de poderes en España.

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