Me ha ocurrido en muchos círculos que cuando se comenta alguna noticia sobre violencia de género, de hombre a mujer, tiene que saltar alguien con la bromita de “algo habría hecho para merecerlo”. El comentario siempre viene por parte de un hombre y no necesariamente machista, hay hombres que sí defienden la igualdad pero sueltan la bromita. Incluso el de “si no llevaran esa ropa no las violarían’’.
Al margen de que para nosotras no tiene ninguna gracia, siempre puede haber un niño, adolescente u otro hombre que si es machista y se lo puede tomar en serio y ratifica su actitud.
Todas las mujeres históricamente hemos sufrido en mayor o menor medida alguna forma de violencia ya sea física o verbal, pero a menudo no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido. En España, una de cada cinco mujeres de más de 15 años ha sufrido violencia física o sexual, y menos de una quinta parte lo denunció a la Policía. La mitad de las mujeres europeas ha sufrido acoso pero se toma como algo normal.
La religión se apoya la idea de que la mujer por naturaleza es inferior a los hombres. En la Biblia se sitúa a Eva por debajo de la autoridad de Adán. Esa idea caló mucho en la sociedad y no es la única religión
Entre los hindúes se exige que la viuda se ofrezca en la pira funeraria de su marido, el infanticidio femenino en la cultura china e india dominadas por hombres, los matrimonios concertados entre los musulmanes, que pueden llevar al asesinato o a la tortura de la mujer, todo esto, no son una broma
No es una broma, que el machismo que siempre ha imperado y que todavía está muy presente, lleve a muchos hombres a considerar a la mujer un ser inferior, con menos derechos, susceptible de controlar y merecedora de golpes, insultos y abusos. No es una broma
El que las mujeres tuvieran que pedir permiso para poder trabajar y estuvieran obligadas, por ley, a seguir al marido donde fijase su residencia, no es una broma
El que las mujeres no pudiéramos votar hasta 1933, no es una broma
El que las mujeres casadas sin permiso del marido no pudieran cobrar su sueldo, ni ejercer el comercio, ni ocupar cargos, que no pudieran sacar su pasaporte, ni el carné de conducir, no es una broma.
El que la Ley hasta 1975 convirtiera a la mujer en persona, cuando quitó la obediencia al marido, no es una broma
El que siga habiendo en muchos todavía países donde sigue existiendo la tradición de que la mujer pierda el apellido para coger el del marido, no es una broma
El que haya países como Irán, Nauru, Palaos, Catar, Somalia, Sudán, Tonga e incluso el Vaticano, que no han ratificado el protocolo de eliminación de cualquier tipo de discriminación sobre la mujer, no es una broma.
También hay comentarios que no son broma como el que alguien le dijo a mi hermana «Si se callaran no las matarían», Esa cultura sigue muy presente por desgracia, pero si no se empieza por evitar cualquier tipo de comentario similar que puedan oir las nuevas generaciones, jamás acabaremos con ello.
Como dice Miguel Lorente: “La violencia de género no necesita de un burka ni de cadenas para atrapar a las mujeres, la violencia de género es el propio burka y son las cadenas que retienen a las mujeres en la sumisión que impone el maltratador”.
Lanzo la petición a todos los hombres y mujeres, incluso me atrevería a exigirlo, para que no hagan ese tipo de comentarios sobre el maltrato y la desigualdad. Nunca es justificable y no es una broma
Aniria García
Analista de Arco Europeo Progresista