Jaime Vera vuelve al Ateneo

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Para los ateneístas es un motivo de satisfacción el que el lunes 17 de junio de 2019, a las 19 horas, se celebre en el Ateneo de Madrid un homenaje al ateneísta, científico y socialista Jaime Vera López (1858-1918), en un acto presentado por José Antonio García Regueiro, moderado por el periodista Luis de Benito y con la intervención de Carmen Barahona, Francisco Cánovas,  Juan José Castillo, Antonio Chazarra, Carlos López Riaño y Aurora Ruiz.

Recordemos que el Jaime Vera ateneísta tuvo una relevante actividad en la Docta Casa, sin perjuicio de que el tiempo haya ido difuminando su recuerdo al ir desapareciendo los testigos que le vieron y no existir toda la documentación que sería deseable al respecto.

Pero si le podemos imaginar en el Ateneo en los años ochenta del siglo XIX defendiendo sus ideas científicas como médico alienista o hablando en algún rincón, por ejemplo, con el entonces Vicepresidente del Ateneo Manuel Pedregal y Cañedo, un prestigioso jurista que fue también Presidente de la Sección de Ciencias Morales y Políticas, Ministro de Hacienda durante la Primera República en el Gobierno de Emilio Castelar y que fundó, junto con Francisco Giner de los Ríos y otras personalidades, la Institución Libre de Enseñanza en 1876.

Un poco antes de los años ochenta, el 2 de mayo de 1879, Vera había protagonizado, probablemente sin sospechar su repercusión histórica, el acto por el cual es más recordado, esto es, la fundación, junto con Pablo Iglesias y otros compañeros, del Partido Socialista Obrero Español.

Este acto político fundacional, en cualquier caso, no debemos dejar que nos oculte a uno de los más brillantes ateneístas de su tiempo y a un profesional excepcional de la medicina española en el campo de las enfermedades nerviosas y psiquiátricas, lo que se advera por su nombramiento como director del departamento psiquiátrico del Hospital General de Madrid y por ser reconocido como el representante más emblemático de la tercera generación de neuropsiquiatras madrileños del siglo XIX, iniciada por Pere Mata i Fontanet (1811-1887) y seguida por José María Esquerdo Zaragoza (1842-1912), quien fue su maestro.

De sus más relevantes logros profesionales podemos recordar, por ejemplo: en 1886 el juicio celebrado contra el cura Galeote, acusado de asesinar al obispo de Madrid-Alcalá, donde el informe redactado por los doctores Bustamante, Simarro y Vera, presentado ante el tribunal por éste último, salvó la vida del acusado; o en 1888 el informe emitido por los doctores José María Escuder, Luis Simarro y Jaime Vera acerca del estado mental de Martín Larios, que  concluye que no padece enfermedad alguna que perturbe su inteligencia y le prive de su razón, lo que determinó que los tribunales dictaran sentencia favorable a Martín Larios.

Sus conocimientos prácticos y teóricos los difundió Vera en el Ateneo de Madrid, como socio nº 4.390, llegando a ser Secretario de su Sección de Ciencias Naturales, Físicas y Matemáticas de 1882 a 1884. En el curso 1883-84 se discutió su Memoria sobre el tema “¿Debe considerarse la psicología como ciencia natural?”.

Por último, debemos destacar que en el Ateneo hay una copia impresa de su tesis, presentada en junio de 1880, “Ligeras consideraciones clínicas sobre la parálisis general progresiva de los enajenados”; es un estudio sobre 32 pacientes del sanatorio privado del doctor Esquerdo cuyo original, escrito a plumilla, se conserva en la biblioteca de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.

José Antonio García Regueiro

Presidente de Arco. Ha sido Vicepresidente del Ateneo de Madrid de junio de 2017 a junio de 2019

Artículo publicado en «Entreletras» el 11 de junio de 2019

Paul Singer

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En este artículo estudiamos la biografía de un socialista alemán muy significativo, Paul Singer.

Nuestro protagonista nació en 1844 en Berlín en el seno de una familia comerciante judía rica. Singer comenzó su andadura política en las filas del liberalismo, pero en 1868 conoció a August Bebel y Wilhelm Liebknecht, un hecho capital en su evolución política. En ese momento, además, sería cofundador de la Asociación de Trabajadores Democráticos, y miembro de la Asociación de Trabajadores de Berlín. En el seno de las fuerzas sindicales defendió la adopción del programa de la AIT. Después se unió al SDAP, pero tuvo la desgracia de enfermar gravemente de tuberculosis, lo que provocó que no tuviera una presencia activa en el movimiento obrero durante un tiempo. Pero Singer siguió luchando, siendo uno de los más firmes defensores de la solidaridad socialista frente a los ataques de Bismarck, además de ser punto de contacto en los socialistas alemanes y Marx y Engels en Londres. Singer llegó a ser puesto bajo vigilancia en su domicilio.

En 1879 fundó The Social Democrat. En 1884 creó y financió el  Berliner Volksblatt, siendo su editor junto con Wilhelm Blos. Cuando cayó Bismarck y cedió la presión sobre los socialdemócratas el periódico se transformaría en el Vorwärts, el órgano oficial del SPD.

Singer se destacó por su afán organizativo, además de financiero a favor del movimiento obrero alemán, creando periódicos, como hemos visto, y otras organizaciones.

En 1884 fue elegido para el Consejo de la Ciudad de Berlín (poder municipal). De esa época es su entrada en el Reichstag. En 1890 fue nombrado jefe del grupo parlamentario socialdemócrata. A pesar de su posición sería expulsado de Berlín en 1886. Hasta su regreso a la capital en 1890 residió en Dresde.

En 1887 entró en el Comité Ejecutivo del Partido, además de presidir en varias ocasiones el Congreso Anual del SPD. Desde 1890 con Alwin Gerisch, y a partir de 1892 con Auguste Bebel, presidente del Partido.

En el seno del SPD fue contrario al revisionismo de Bernstein, aunque no fue partidario de su expulsión. Sin lugar a dudas, nuestro protagonista fue uno los líderes fundamentales tanto de la época de la represión bismarckiana, como del auge de la formación en la época previa a la Gran Guerra. Singer escribió sobre socialismo y política social. En este último caso podríamos destacar el trabajo que publicó en 1889 junto con Bebel sobre la Ley de invalidez y Seguro de la vejez, entre otros trabajos. En este sentido, hay que destacar, además su compromiso con las personas sin hogar en Berlín. También fue un intenso luchador contra el antisemitismo, colaborando con la comunidad judía de la capital alemana. Singer era un hombre rico, circunstancia que le permitió poder financiar muchos de sus proyectos y empeños sociales. Con su padre creó unos grandes almacenes y había sido también financiero.

Murió en enero de 1911 Su entierro fue multitudinario, precisamente, por su cercanía hacía las causas sociales en Berlín.

Los socialistas españoles le homenajearon en las páginas de El Socialista en su número 1300 a raíz de su fallecimiento. Para el periódico español, Singer era “corazón generoso, sintió en su alma la causa proletaria y pronto su naturaleza estudiosa llevó a su clara inteligencia las miserias de los oprimidos”. Los socialistas españoles destacaban cómo no se había dedicado a seguir la cómoda vida de la alta burguesía, si no que se había volcado en la causa socialista. También destacaban su posición firme frente a Bismarck.

El Socialista consideraba a Singer miembro de la trilogía completada por Bebel y Liebknecht padre, en la que se “reconcentraba toda la energía del socialismo alemán”.

Eduardo Montagut