Principales métodos de enseñanza de la lectura
Por Rosa Amor
La escuela comienza como institución desde el momento que se hace necesaria la enseñanza formal del lenguaje escrito. Varios autores emplean el término “la querella de los métodos” para referirse a la polémica entre defensores de los distintos métodos para el aprendizaje de la lectura. Esta “querella” ha contribuido a que los métodos hayan cobrado valor en sí mismos que los han alejado de la realidad. Se ha discutido tanto sobre la calidad de los caminos que se ha perdido de vista el destino hacia el que conducen. El término que se suele utilizar para clasificar los métodos es el tipo de procesos mentales que el niño tiene que realizar para cumplir con el objetivo de aprender a leer y a escribir. A continuación, se exponen los principales métodos en función de la clasificación propuesta por Cassany, Luna y Sanz (2007):
- Métodos sintéticos. El aprendizaje se inicia a partir de las unidades mínimas del lenguaje, de modo que para aprender a leer el niño debe realizar una operación de suma, síntesis, de los elementos aprendidos de forma aislada. Dentro de estos métodos encontramos a su vez:
- Métodos alfabéticos: cuando las unidades mínimas son las letras. Han sido los más usados tradicionalmente. Estos métodos actualmente están en desuso.
- Métodos fonéticos: las unidades son los fonemas. Proponen comenzar a trabajar la lectura desde el fonema asociándolo a su grafía correspondiente.
- Métodos silábicos: en este caso las unidades mínimas son las sílabas a partir de las cuales se inicia el aprendizaje.
Los métodos fonéticos y silábicos comparten algunos rasgos comunes:
- Tratan de enseñar al niño el código alfabético, es decir, la relación entre las grafías y los fonemas, bien de forma aislada, bien en un contexto silábico.
- Entienden que este es el primer paso en la enseñanza de la lectura.
- Utilizan diferentes procedimientos para que el niño establezca una relación sólida entre grafía y fonema: dibujos, gestos, sonidos onomatopéyicos, canciones, etc. Estos apoyos son eliminados una vez que el niño ha establecido esa relación.
- Siguen un orden preestablecido en la presentación de los fonemas o sílabas, de modo que la enseñanza avanza secuencialmente, paso a paso, empezando por las vocales.
- A medida que se van aprendiendo tales unidades, se van presentando combinaciones que forman primero palabras y después pequeñas oraciones, que contienen solo las unidades ya estudiadas y generalmente se basan en la repetición de la letra o sílaba que se está estudiando.
- Métodos analíticos. Comienzan la enseñanza del lenguaje escrito por unidades de lenguaje más amplias: unidades léxicas o palabras; unidades sintácticas u oraciones. Se pretende que a partir del estudio de esas unidades lleguen a las unidades mínimas, es decir, hasta las relaciones entre fonema y grafema. La diversidad entre los métodos analíticos proviene bien del punto de partida (palabra u oración); bien del camino posterior hacia el análisis (mayor o menor grado de intervención). Los métodos analíticos clásicos parten de la oración y siguen un rumbo analítico que va marcando el niño con sus descubrimientos espontáneos de las unidades menores que la frase. Un ejemplo sería el método global propuesto por Decroly. Sus rasgos generales son:
- Parten del interés del niño: las oraciones con las que se comienza surgen de la conversación colectiva entre los niños.
- El interés está estrechamente ligado a la significación.
- Se asientan teóricamente en la percepción global predominante en la infancia.
- No recurren al apoyo fónico, sino que se basan en el reconocimiento visual.
- Enfoque psicogenético o constructivista. La concepción constructivista de la enseñanza establece una diferencia importante entre enseñar y aprender. Se trata de dos actividades distintas. Tal como se enseña no es tal como se aprende. El proceso de aprendizaje de un conocimiento ha de estar presente en cualquier planteamiento didáctico, además de las particularidades del conocimiento en sí mismo. El punto de vista psicogenético en el aprendizaje del lenguaje escrito ha sido ampliamente desarrollado por E. Ferreiro y A. Teberosky (1991) en diversas investigaciones, donde nos muestran cómo el aprendizaje de éste pasa por un proceso cognitivo de apropiación del sistema de representación alfabético del lenguaje escrito, en el que las asociaciones perceptivas y las destrezas gráficas asumen un papel importante, aunque del todo secundario. Los alumnos llegan a la escuela con un amplio bagaje de conocimientos sobre la lengua y los hechos lingüísticos. En los trabajos de Ferreiro y Teberosky queda patente cómo se construye sucesivamente el conocimiento sobre las palabras, sílabas y letras, muchas veces sin que se produzca una enseñanza explícita de estos aspectos y siempre vinculando al significado y al uso que los niños hacen en distintas situaciones comunicativas. Las autoras mencionadas dejan de considerar la problemática de los métodos y dedican su atención al cómo el niño construye el sistema alfabético. Este enfoque se basa en las siguientes premisas:
- Los niños en contacto con el lenguaje escrito elaboran ideas en un intento de atribuir significado a las representaciones gráficas. Estas ideas o información previa será objeto de cambio o reconstrucción en el proceso de enseñanza-aprendizaje en un proceso de estructuración y reconstrucción del conocimiento.
- El papel del docente es el de mediador de los aprendizajes.
- Parte de la función fundamental del lenguaje escrito: la comunicación, por lo que el texto constituye la unidad comunicativa básica.
- Los niños aprenden las características propias del lenguaje escrito usado en distintas situaciones con distintas finalidades y en distintos tipos de textos, así como los procedimientos que llevan a la comprensión y producción de estos.
OBSERVATORIO DE EDUCACIÓN
Directora del Observatorio de Educación de Arco Europeo: Rosa Amor del Olmo