Adicciones conductuales en los jóvenes
Por Rosa Amor
A grandes rasgos, la adicción es una enfermedad crónica y recurrente que, por lo general, se desarrolla gradualmente (normalmente, la adicción es creciente a medida que se mantiene, con motivo de su cronicidad y la que se genera con su repetición en el tiempo). Actúa por intervalos, mutando el comportamiento del afectado y haciéndole parecer normal a pesar de padecer la enfermedad. Con motivo de su vertiente gradual, será cada vez más fuerte la adicción, lo que provocará mayores problemas al sujeto y a su entorno, y por correspondencia, a su calidad de vida. De la misma manera, el afectado progresivamente verá reducidas sus capacidades para controlarla, actuando por impulsos. Como consecuencia de los hábitos compulsivos que buscan obtener la recompensa o alivio que se produce con el consumo o con el comportamiento adictivo, el sujeto va a establecer los medios necesarios para ello, poniendo en riesgo su salud, riesgo que se verá acrecentado a medida que aumenta la necesidad, ya que supondrá una mayor pérdida del control de este. Dicho fenómeno se conoce como abstinencia.
A su vez, y en correspondencia a esto, el afectado va a centrar sus miras en un único interés, el de la adicción, viéndose afectadas el resto de las obligaciones que el mismo hubiera adquirido. Es por esto por lo que las adicciones desembocan en malos resultados académicos en los estudiantes; se debe a la pérdida de preferencia del resto de tareas u obligaciones. Posteriormente, la adicción tomará tal entidad que abarcará gran parte de la vida del afectado, lesionándole en múltiples aspectos a nivel físico y psíquico. La conducta adictiva puede caracterizarse por varios elementos: Fuerte tendencia, además de un comportamiento impulsivo para la realización de una determinada actividad. Imposibilidad para controlar su conducta, deterioro de su capacidad. Reacción emocional negativa ante la de la actividad objeto de adicción. La mayoría de las veces los jóvenes se presentan agresivos cuando se les priva del móvil. La capacidad del sujeto para conocer los efectos negativos en su salud física y psíquica que conlleva el desarrollo de la conducta y su persistencia en la realización de la misma, son complicados para el propio individuo. Anteriormente se exponía la finalidad de la adicción; la búsqueda de la recompensa o alivio a través de su ejercicio. De esta manera, el sujeto afectado obtiene una sensación de bienestar y gratificación con su desempeño.
Por el contrario, cuando no se realiza la actividad, las sensaciones van a ser negativas, causando estrés y ansiedad al que la padece, potenciando aún más la adicción. El peligro radica en la progresiva graduación de la adicción, requiriendo una mayor intensidad de la actividad, lo que finalmente va a concluir con la autodestrucción del sujeto. De la misma manera, su entorno más cercano, sus relaciones y la elaboración de las actividades más esenciales de la vida cotidiana, van a verse afectadas. Por otro lado, y fruto de la impulsividad del sujeto en busca de desempeñar la conducta, va a emplear todos los recursos que tenga a su mano, ya sean corporales (físicos y psíquicos) o incluso económicos, como ocurre con la ludopatía. Esta última adicción ha crecido considerablemente también en los ambientes estudiantiles e incluso en los deportivos: las apuestas. Aunque realmente el sujeto sea capaz de admitir el daño que proporciona el desarrollo de la actividad, se encuentran en una situación de inconsciencia, de manera que la adicción adquiere la máxima prioridad de su vida.
De la misma manera, la vida del sujeto va a verse modificada, buscando un estilo que propicie su adicción, además de considerar por encima de todo los beneficios que el objeto de la adicción le produce frente a sus perjuicios. En resumen, los motivos que impulsan a adoptar y desarrollar las adicciones son los siguientes: Factores biológicos. Factores familiares. Factores personales. Factores sociales. Factores culturales. Por otro lado, y en relación con la clasificación de las adicciones, pueden catalogarse como las más comunes: Adicciones a sustancias: Alcohol. Barbitúricos. Inhalantes. Tranquilizantes. Narcóticos. Cannabis. Alucinógenos. Anfetaminas. Cocaína.
Las más frecuentes ahora por una adicción conductual o de conducta son los Juegos de azar. Comida. Trabajo. Ejercicio. Videojuegos. Compras. Internet. Teléfono.
Pero en la secundaria, por ejemplo, observamos que se desconcentran completamente por la adicción como “seguidores” de youtubers e influencers. A pesar de estar prohibido el uso en el instituto, sabemos que lo utilizan, en recreos, en los servicios…están más pendientes de cualquier cosa que ellos digan, que en su realidad misma. La influencia es tal que afecta a la visión de si mismos, autoestima y motivación. Las influencers no viven la realidad, no lo están, pero ellos, sus seguidores creen que sí, que su mundo es perfecto. Es un mundo virtual falso, pero los jóvenes no lo perciben así.
La juventud, es el grupo más frágil socialmente hablando sobre los que las adicciones pueden afectar, por estar en un momento complicado desde diferentes puntos de vista. Pero, vemos que hay muchos jóvenes que pasan más de ocho horas diarias enganchados al móvil, a los videojuegos, al internet. En definitiva, a un mundo virtual. Y las dinámicas de aula TIC que utiliza el profesorado es positivo y motivador, pero se debe cuidar igualmente, las conductas y enganche de sus propios alumnos a un mundo que al final les aísla y pierden en capacidades comunicativas.
DEPARTAMENTO DE EDUCACIÓN
Directora: Rosa Amor del Olmo