Con los desastres socialdemócratas en Grecia (el PASOK pasó del 43,94% de los votos en 2009 al 4,75% en 2015) y Holanda (PvdA de 38 escaños a 9 en las elecciones de 2017), así como con los desalentadores resultados del SPD alemán de Schulz, que ha perdido en tres elecciones regionales, entre ellas la de la progresista Renania del Norte-Westfalia, no es difícil colegir que algo está fallando.
Ese “fallo”, sin embargo, no se da en Portugal pues el socialista Antonio Costa gobierna desde 2015 con el apoyo del Partido Comunista y del Bloco de Esquerda con un programa que ha puesto fin a las políticas de ajuste, con excelentes datos también en las cifras macro económicas y consiguiendo situar el desempleo en un excelente 10,5%.
En España el futuro de la socialdemocracia está pendiente de los tres candidatos a la Secretaría General del PSOE, de los cuales sólo uno será ungido el próximo 21 de mayo como Secretario General, tras la expresión soberana y democrática de los militantes del Partido más relevante de la historia de España.
A nadie se le escapa que estamos en un mano a mano entre Pedro Sánchez y Susana Díaz pues el reducido número de avales de Patxi López así lo confirman. En consecuencia, el militante socialista tendrá que elegir entre dos modelos claramente diferenciados:
Un modelo es el que representa Susana Díaz y que trae causa del Comité Federal del 23 de octubre de 2016, en el que 139 votos contra 96 dieron lugar a la dimisión del Secretario General Pedro Sánchez y, unos días después, a la abstención del PSOE que facilitó la continuidad de Mariano Rajoy como Presidente del Gobierno; este modelo, además, descarta coaliciones a su izquierda para gobernar España, lo que en la práctica supone perpetuar a la derecha en el poder pues resulta poco realista pensar que en los próximos años el PSOE va a volver a tener mayoría absoluta.
El otro modelo es el que encabeza Pedro Sánchez y que, por lo que parece, se encuentra más cercano a la manera de pensar de los votantes socialistas, tal y como puede deducirse, por ejemplo, de las interesantes conclusiones, recogidas en el diario El Mundo, de Sigma 2, tras realizar a primeros de mayo 1.200 entrevistas telefónicas: con Sánchez el PSOE conseguiría 600.000 o más votos que con Díaz.
Pedro Sánchez apuesta por un PSOE de izquierdas fundamentado en dar el poder efectivo a los militantes frente a los “notables” del partido, en reducir al mínimo los acuerdos con el PP y en no descartar acuerdos con otras fuerzas de izquierdas para recuperar el poder a nivel nacional, aceptando así el modelo portugués.
Todo ello, entiendo, es más acorde con los principios socialistas, con el pensamiento del fundador Pablo Iglesias y con una tradición que resiste orgullosa aunque haya sufrido duros golpes como la modificación del artículo 135 de la Constitución, símbolo de la claudicación de una parte del Partido ante el modelo económico neoliberal.
En consideración a lo expuesto, apoyo, sin duda alguna, el modelo de Partido socialista que defiende la candidatura de Pedro Sánchez. Es el mejor camino para recuperar al PSOE.
José Antonio García Regueiro, Presidente de Arco Europeo Progresista y Coordinador del Foro de debate Arco Socialista. Ex Letrado del Tribunal Constitucional.