Coronavirus

Perv-31

Cristina Jarque en el centro de la foto

Por Cristina Jarque 

Cuando la enfermedad se convierte en una crisis mundial porque el contagio es inminente, podemos observar un gran número de posturas subjetivas. En este texto me gustaría comentar algunas que han llamado mi atención y que pueden ayudarnos a reflexionar juntos en este tema que nos concierne a todos por igual:

Hace algunas semanas, aún no había estado de alarma en España pero ya se sabía lo que estaba pasando. Me tocó ser testigo de una escena:

En un café, había dos personas hablando en italiano y de pronto una persona se acercó a ellos y empezó a agredirlos verbalmente. Los insultaba diciéndoles que deberían irse a su país para no traer los bichos al nuestro. Resultó que esas personas eran, efectivamente, de origen italiano pero eran vecinos del barrio y vivían en Toledo desde hace 25 años. Ellos se defendían diciendo que no habían viajado a Italia, que solamente estaban hablando en italiano, porque eran italianos.

Actitudes parecidas me han comentado algunos chinos que son amigos míos y que viven en Toledo hace más de 30 años.

¿Qué puede decir el psicoanálisis de lo que estamos viviendo?

Creo que lo primero que podemos plantear es que el psicoanálisis rompe con la idea de la inocencia porque busca llevar al sujeto a encontrar las verdades de su deseo inconsciente para que logre responsabilizarse de su posición de sujeto frente a las contingencias que le presenta la vida.

Podemos decir que el psicoanálisis es un quehacer que busca analizar los propios actos, porque son los propios actos los que hablan en un sujeto y esos actos son su responsabilidad. Esa responsabilidad subjetiva es precisamente lo que está en juego en un momento de crisis como la que, lamentablemente, estamos viviendo ahora mismo, a nivel mundial.

¿Qué hacer? ¿Cómo actuar?

¿Podemos acaso seguir alzando la voz desde nuestro confinamiento responsable y voluntario?

¡Sí! ¡Hagámoslo!

Podemos hablar por medio de la escritura para poder decir lo que sentimos.

Yo, personalmente, me siento profundamente abatida. Desde hace más de un año, varios colegas y yo misma, hemos estado planeando, organizando y coordinando (desde España, Brasil, Washington, Puerto Rico, Chile, Perú…) un viaje de trabajo a México. Teníamos ya organizados varios eventos culturales para la difusión del psicoanálisis que es la causa que nos agrupa alrededor de nuestro grupo llamado Lapsus de Toledo Internacional. Tanto mi querido colega José Tappan como yo, estábamos muy ilusionados con este proyecto y trabajábamos arduamente en su realización. El entusiasmo, ilusión y deseo de todo nuestro equipo de trabajo, tanto en Europa como en América, eran enormes, y de pronto… de un día para otro, todos esos planes se han derrumbado.

Esta mañana he leido un comunicado de Jesús Muñoz (director de editorial Ledoria) donde habla con gran pesar de sus propios sentimientos en relación a lo que estamos viviendo. Lo que ha escrito Jesús me ha conmovido profundamente porque yo, al igual que él, me siento muy apesadumbrada. No obstante, como escritora que soy quiero alentar a todos nuestros colegas que así lo deseen, a utilizar el confinamiento para escribir. ¡Alcemos la voz desde nuestros hogares! ¡Hablemos por medio de la escritura de todo lo que estamos sintiendo en esta terrible crisis! Creo que es una manera estupenda de poder hacer lo que llamamos una rectificación subjetiva. Sabemos que el psicoanálisis gira siempre en torno a la rectificación subjetiva. Quizá sea momento de reflexionar sobre la posición propia ante esta crisis. Analicemos profundamente nuestros actos y si pensamos que hay que hacer una rectificación de nuestros actos, tengamos la valentía de hacerla. Nadie tiene el poder de curar su sufrimiento psíquico sin trabajar lo que le aqueja.

Freud nos enseñó que el psicoanálisis es un quehacer imposible porque al no lograr dominar la pulsión de manera completa siempre deja un resto.

Por esa razón no tenemos una fórmula universal (a nivel psíquico) que nos diga cómo enfrentarnos a la crisis del Coronavirus.

Para finalizar diré que, en este triste y difícil momento, solamente tenemos una certeza: que cada uno de nosotros, en tanto sujetos no tenemos más remedio que enfrentarnos a esta crisis (a nivel psíquico) de manera personal, única, individual, es decir con la perspectiva del uno por uno.

Intentemos ser conscientes de que esa, es por ahora nuestra gran responsabilidad.

No olvidemos que, como nos lo enseñó Lacan, de nuestra posición de sujetos somos siempre responsables.

El confinamiento aumenta las probabilidades de depresión, melancolía profunda, incertidumbres, fobias, paranoias e incluso delirios. El encierro puede causar y provocar agresividad, ira, angustia, tristeza, miedo…

No obstante, escribir puede ayudar.

¡Escribe! Ya estamos empezando a recibir algunos textos.

Queridos colegas ¡mucho ánimo para todos en estos difíciles momentos!

«De nuestra posición de sujetos siempre somos responsables» (Lacan)

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