… ¿La palabra? Y la pornografía

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… ¿La palabra? Y la pornografía

Por Pilar Úcar

Hay varios lectores que me han lanzado el guante…a modo de reto, me consta. Se refieren al “continuará” con el que acabé mi artículo sobre Eros, sexo, erotismo y porno. Vamos, todo un pulso a ver cómo me las ingenio para dar fin a lo que prometía. Todo sea que no acierte en la diana. Ahí va el intento y ya me dirán si lo he conseguido.

Cuando estudiaba Filología, uno de mis profesores que adivinaba mi inclinación a la docencia, se sinceró conmigo: “mire, señorita Úcar, si usted se va a dedicar a dar clases de lengua, le recuerdo que el tabú no existe” (con los años he comprobado que hasta los eufemismos me crispan, por eso lo de ir directa al grano sin torcedura ni quiebros en la comunicación).

Hoy encabezo mi colaboración entre interrogantes y obedece a que la pornografía, y más en concreto, la industria cinematográfica al uso, -los cómics, por ejemplo, son algo más prolijos en terminología y expresividad- emplea pocas palabras, no ve necesario el empleo de un variado y significativo elenco léxico ni gramatical para plasmar el tracamundeo, trasiego, abanico de acrobacias y ejercicios gimnásticos de los protagonistas.

Si analizamos el lenguaje de los intervinientes, encontramos algún que otro verbo en modo imperativo, muchas repeticiones de los dos o tres términos más frecuentes, susurros, guturalidades, alguna exclamación, ciertas comparaciones e hipérboles como figuras retóricas en ese batiburrillo escénico; por supuesto,  jadeos y suspiros…todo un tótum revolutum, más o menos ordenado, a veces caotizado –cuán importante es la labor de una buena posproducción- y en definitiva, poca conversación en el contubernio visual y auditivo; todo ello, pues, más propio del lenguaje no verbal como marcan los cánones del contexto y la intención ¿lingüística?, y por supuesto, los gustos y apetencias del receptor. El mensaje está claro, a pesar de la casi ausencia de oraciones completas y párrafos coherentes. ¿Para qué hablar si con enseñar el “saco” basta? Mutatis mutandis, atenienses y espartanos. (Fin…)

Observatorio de Filología y Lengua española de Arco Europeo

Directora: Pilar Úcar Ventura

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