La palabra y los eufemismos de gay y lesbiana
Por Pilar Úcar
Mientras los académicos -lingüistas versus escritores- en la RAE, andan a la greña que si acento va y viene, ahora lo quito y ahora lo pongo, “donde dije digo, digo Diego”, solo o sólo, (parece que necesitaban agitar el avispero mediático y darle vidilla a las sesiones artrósicas de los jueves), encuentro que hay expresiones idiomáticas en el día a día, que preocupan mucho más para su análisis y reflexión, dada la intralectura que esconden, o el miedo que solapan y por supuesto, la ideología jurásica que traslucen; veamos algunos ejemplos:
“Es una persona muy sensible”, “está más centrado en sus estudios” o “no ha encontrado todavía la chica adecuada”, neologismos todos ellos aplicados a los gays; “siempre ha sido y fue muy particular” (como el patio de mi casa cantado de párvulos) adjudicado a las lesbianas.
Estos modismos sí que confunden al receptor y provocan una distorsión más que notable en el contexto sociolingüístico, y no una tilde puesta o no al albur de emisor.
La gravedad radica en la intención disfrazada de falsa conmiseración, un antifaz paternalista y vacío de empatía hacia el otro y la otra ¿diferentes? Cerebros abstrusos y escuetos de miras que aborrecen la normalidad tan cacareada.
Señores académicos, recuerden el lema que “i-lustra” la institución a la que sirven: limpien de oscurantismos pleisteocénicos la lengua, fijen la corrección de sus normas y den esplendor a la vida de las palabras para comunicarnos sin subterfugios engañosos.
No hay cataclismo mundial ni lingüístico por la ausencia o la presencia de ese acento, y sí muchos conflictos personales y humanos por el indebido uso de eufemismos. Déjense de trifulcas de tuiteros y reeduquen el lenguaje con solvencia y sin ociosidad.
Solo así, nuestro idioma será tenido en consideración.
DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA
Directora Pilar Úcar Ventura