Expresionario semanasantero…
Por Pilar Úcar
Desde el trono, hasta el potaje, el titilar de los cirios, la saeta, los faroles, las lágrimas contenidas y la pasión, sufrimiento y dolor, penitencia y capirotes, playa y bronceador, pasos y paseantes, “¡¡guapa, guapa!!”, con permiso del Altísimo, Judas y el cirineo, el santo sepulcro, pestiños, cofrades y camareras, aplausos a la madrugá, ramos y palmas, la borriqueta, atronadora la percusión, trompetas y las siete palabras, chiringuito y torrijas, recogimiento y perdón, indultos y pies descalzos encadenados, revivir pasajes del hagiógrafo, manzanilla para templar ánimo, turismo rural y refugio en la nieve, fotos y escaparate: en la calle, en la carretera y en el extranjero. Trasiego pascuero al son de los esforzados que elevan grupos escultóricos en clara competición de tonelaje: “el mío más” y el hombro dislocado, sacrificio, pena y premio; aflojar el bolsillo, dar suelta sin riendas ni mordazas, sentimientos y emociones a flor de piel, en la arena y en las esquinas, la tumba vacía, procesionar y el hábito de mozorro en mi tierra, llueve o no, el sol testigo del clima benigno, ir y venir, saludar y contar y cantar, la Virgen, mantillas y peinetas.
De negro o de color, tacones y chanclas, la mona y cometas familiares a la orilla del mar; fiestas y festejos, tradiciones y costumbres, felicitaciones y sonrisas, descanso y juerga… mañana, dios dirá, “que me quiten lo bailao, ya era hora, nos hacía falta” … Resurrección, tiempo de espera superado por la batalla de don Carnal y doña Cuaresma. Las tinieblas dan paso a la luz.
Alegría de estar y compartir, que se vea, “nos lo merecemos”; cuestión de almanaque hasta la próxima Semana Santa, ese tiempo de Pasión: “ocaso y muerte” que cede a la Gloria excelsa.
Hace poco he oído: “se acabó lo bueno”. ¡A trabajar!
DEPARTAMENTO DE FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA
Directora Pilar Úcar Ventura