¿Qué significa hablar mal?
Por Pilar Úcar
Desde este marco incomparable en el que me encuentro, hoy va de reflexión veraniega o estival, mientras aprieta la canícula en una nueva ola de calor que asola e invade nuestro país.
Unos cuantos clichés lingüísticos se han enunciado en la presentación inicial (¡qué énfasis tan innecesario!, ¿verdad?)
A modo de reflexión casi filosófica, me permito formular un variado elenco de preguntas acerca del significado de “hablar mal”, y no me refiero a ningún defecto físico relacionado con los órganos productores de la voz, sino a esa expresión tan manida por insistente de: “pero, ¡¡qué mal habla!!” ¿Qué ocurre?, nos podríamos plantear que el menda de turno al que se le adjudica ese adverbio farfulla, bisbisea, masculla, barbotea…o que chismorrea, cotillea…
Van las interrogaciones: ¿Quién habla mal? ¿Algunos profesionales hablan peor que otros? ¿Soltar tacos es hablar mal? ¿Con quién y a quiénes hablamos mal? ¿Dónde se habla mal? ¿Con los familiares, con los amigos, en nuestro país y no en otros allende los mares?
¿En el norte de España se habla mal o en los archipiélagos? ¿Depende del origen social y económico, de la posibilidad de acceder a estudios y de la educación recibida y practicada?
¿Nuestros jóvenes, hablan mal? ¿Los yayos? ¿La generación Z o los boomers? ¿Los extranjeros que aprenden nuestro idioma?
En definitiva, “¿qué es hablar mal?”. La enjundia radica en la oposición establecida entre bien y mal como dos polos que se atraen como dos extremos que se repelen.
Cela, Hita, Quevedo, Valle-Inclán, Lázaro de Tormes, Calixto…unos famosos malhablados, algunos reales y otros ficticios.
Sin rasgarnos las vestiduras (otro cliché más) y sin convertirnos en el azote lingüístico de propios y extraños, cuidemos la comunicación para facilitar la interacción humana, pensemos antes de decir y no digamos siempre lo que pensamos.
FILOLOGÍA Y LENGUA ESPAÑOLA
Directora Pilar Úcar Ventura