MARCAJE A LA DESIGUALDAD

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Una vez más la discriminación en el deporte vuelve a hacerse notar. Recientemente, se convocó un nuevo torneo de pádel, el coste de la inscripción era igual para todos, sin embargo la cuantía de los premios variaba en función del sexo, más alta para los hombre que para las mujeres   Pero no ha sido sólo en esta ocasión, en la mayoría de los Torneos, a excepción de los que se organizan con un fin benéfico las mujeres pasamos a estar en un segundo plano. Ante la protesta que se le dirigió a la organización del torneo por parte de un buen número de jugadoras y jugadores que apoyaron dicha reivindicación, los premios fueron igualados.

El Pádel es un deporte que se juega en pareja y gran parte de los partidos se desarrollan con equipos mixtos, es decir, mujer y hombre. ¿Por qué entonces a la hora de organizar los Torneos se hace esa discriminación entre las categorías femeninas de las masculinas?.

Muchas de las mujeres que practicamos este deporte y que participamos habitualmente en los Torneos ya estamos hartas de la discriminación existente a la hora de recibir los premios y es por ello que hemos decidido no  ser participes y consentidoras donde la Desigualdad es nota discordante y lo denunciaremos ante las organizaciones y patrocinadores, y por supuesto no participaremos en Torneos que contemplen una notoria desigualdad entre jugadoras y jugadores.

Discriminar significa diferenciar, distinguir, separar una cosa de otra. La discriminación es una situación en la que una persona o grupo es tratada de forma desfavorable a causa de prejuicios.

El deporte femenino es, casi siempre, considerado un deporte de segunda. Que una mujer o una chica practique deporte ya no se considera algo extraño, pero sí es menos habitual que las mujeres tengan el mismo protagonismo que los hombres en sus disciplinas. Continuamente, tanto en mi entorno más cercano como desde los medios de comunicación, observo y tengo que digerir que el deporte femenino no adquiera la relevancia, ni por asomo, del deporte masculino

Allá por los años 70, grandes tenistas dieron una gran lección a organizadores y patrocinadores. Comandadas por Billie Jean King y ocho mujeres más, hartas de la proporción de 12 a 1 entre los premios económicos para hombres y mujeres en el tenis , decidieron separarse y fundar su propia asociación. Tras firmar los famosos contratos de un dólar, las nueve jugadoras formaron el circuito Virginia Slims, que con el tiempo se convertiría en la WTA.

Nosotras no vamos a ser menos y lucharemos porque seamos consideradas de igual a igual.

El pádel femenino ha crecido como la pólvora en el último año y va en aumento. La Federación Española de Pádel acaba de publicar un informe donde recoge que las mujeres federadas representan el 32,3% del total de federados, teniendo en cuenta que  el Pádel, es el deporte que mayor número de adeptos ha sumado en los últimos tiempos.

 Un estudio hecho en Reino Unido ( Fuente, El País) concluyó que solo alrededor del 0,5% de todos los patrocinios comerciales de los deportes se destina a los femeninos mientras que el 61% se destina a los masculinos pese a que las mujeres están obteniendo cada vez más fans y un porcentaje mayor de audiencia. El mismo estudio señala que los deportes femeninos solo obtienen el 5% de cobertura mediática y que el 43% de las adolescentes considera que no tiene suficientes modelos femeninos de conducta. Así mismo otro informe elaborado por la Dirección de Juventud y Deportes del Gobierno vasco concluye que los medios de comunicación “no reflejan ni la cantidad ni la calidad del deporte practicado por mujeres”.

¿Es justo sufrir este desprecio cuando el espectáculo, la lucha, la inscripción y la perseverancia de las mujeres deportistas es exactamente igual a la de los hombres?.

Desgraciadamente tenemos que seguir removiendo conciencias para acelerar el cambio que queremos y necesitamos hacia esa igualdad efectiva que parece un sueño.

El deporte tiene un papel de referencia y ejemplarizante, es por ello que los deportistas, los organizadores y patrocinadores no deben contribuir a frenar la Igualdad de genero. ¡Yo no lo haré! Como tampoco lo harán todas mis compañeras y todas las que se irán sumando día tras día, aquellas que semana tras semana disfrutamos del deporte y de los Torneos.

Carmina Santos

24 de febrero de 2016

 

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