«PATEANDO» MADRID: EL TRIDENTE BARROCO (II)

Trident,_Burmese,_18th_century

 

Si en el primer artículo expliqué que era el Tridente Barroco madrileño, en este describiré la zona como tal y en los siguientes haré un estudio pormenorizado de los distintos edificios y lugares de interés.

El núcleo central del llamado tridente barroco se encuentra en el barrio de Palos del Moguer (hoy Palos de la Frontera) dentro del ensanche sur de Madrid. Queda, pues, inscrito al norte del distrito de Arganzuela y engloba los sectores septentrionales de los antiguos barrios de Santa María de la Cabeza y Las Delicias.

Tiene una forma aproximadamente triangular, con el vértice norte situado en la plaza del Emperador Carlos V. El límite occidental lo constituyen las Rondas de Valencia y Atocha y posee un carácter histórico por tratarse de la unión entre el casco antiguo de la ciudad y su ensanchamiento decimonónico. El oriental está marcado por la estación de ferrocarril de Atocha. El paseo de Embajadores señala la separación con el antiguo barrio de Las Peñuelas.

Fig7_Vista_aerea_Tridente_Sur_Madrid

A pesar de su relativa modernidad esta zona se caracteriza por la permanencia de una doble funcionalidad residencial e industrial.

El ámbito espacial donde se sitúa el barrio de Palos de la Frontera está inclinado topográficamente hacia el río Manzanares. Gracias a su situación de extramuros hasta mediados del siglo XIX tuvo, junto a sus tradicionales funciones agrarias, otras recreativas desde el reinado de los primeros Borbones para la población madrileña.

La edificación comenzó a desarrollarse desde la periferia de la zona hacia el centro de la misma, y en ello influyeron la presencia de tres estaciones ferroviarias en su contorno: Atocha (1850), Las Delicias (1879) y el apeadero de Peñuelas en 1881, unidad entre sí por el denominado ferrocarril de “cintura” y es lo que actualmente se denomina la zona del Pasillo Verde Ferroviario. Posteriormente el espacio interno se fue compactando a partir de tres grandes vías, los paseos de las Delicias y Santa María de la Cabeza y la calle General Lacy, dejando grandes solares en los ángulos suroeste y sudeste, ocupados luego por fábricas. El transporte colectivo representado primero por el tranvía y luego por el metro se establecieron pronto en la zona y tuvieron un definitivo efecto poblador.

El aspecto morfológico del barrio corrió parejo a la calidad popular y obrera de sus moradores. En un principio destacaba la escasa altura de los edificios, de dos o tres plantas a lo sumo, y la homogénea apariencia que le conferían sus baratos materiales de construcción. A lo largo del siglo XX, se ve mayor altura en los inmuebles y se comienzan a emplear elementos constructivos modernos, cemento, hierro, etc.

Tanto las construcciones destinadas a almacenaje como las industriales se desarrollaron con rapidez en torno al ferrocarril de circunvalación. Esta localización se fue concretando cerca de la Ronda de Valencia y Méndez Álvaro, más próximas a las estaciones, creando el embrión de las futuras zonas industriales del barrio. La diversidad de las zonas industriales ha sido una constante: industrias de alimentación, como las de harina (La Estrella), de cervezas (El Águila), hielo (Pozos de Nieve), tabacos (Tabacalera Española).

En la actualidad toda esta zona quedará dividida en tres sectores. El occidental delimitado por las Rondas y los paseos de Santa María de la Cabeza y Embajadores. El oriental entre las calles Méndez Álvaro y General Lacy ( zona industria). Y por último el espacio central en torno al paseo de las Delicias con función residencial. Y la característica morfológica más ostensible la ofrece el contraste existente entre una edificación antigua, anterior a la guerra y otra reciente. Todo ello, junto con los modernos inmuebles de renta libre que alcanzan precios muy elevados ha contribuido a consolidar un cambio social del barrio hacia la clase media.

He dado una visión general del Ensanche Sur de Madrid desde su fundación por el Plan de Castro en 1860 hasta la actualidad. A través de su desarrollo, se muestra cómo este ámbito urbano, que en principio era marginal, ha adquirido una situación más céntrica. Sin embargo, ha mantenido la doble función para la que fue creado: la industrial, apoyada en sus orígenes en importantes enlaces ferroviarios, y la residencial, de carácter popular.

 

Ana Pulido

ARCO EUROPEO PROGRESISTA

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