En la foto la candidatura de Arco Renacimiento 2019
El pasado 31 de mayo, encabezando la candidatura de Arco Renacimiento, 108 socios del Ateneo confiaron en mi para ser Presidente, pero no fui elegido porque el candidato de la Red Ateneísta consiguió 9 votos más, es decir, 117 votos.
Ese mismo día se renovó la mitad de la Junta de Gobierno de tal forma que en la misma encontramos 5 representantes de la Unidad Ateneísta elegidos hace un año; y cuatro de la Red Ateneísta, uno de Convergencia y uno de Arco Renacimiento, elegidos este año. En consecuencia, si bien la Unidad Ateneísta no se ha presentado en estas elecciones, sigue teniendo mayoría en la Junta de Gobierno. Esta circunstancia abre interrogantes de calado como, por ejemplo, si el nuevo Presidente Juan Armindo Hernández Montero va a tener el apoyo de la Unidad para sus proyectos estrella, pues si no fuera así se convertiría en una figura meramente decorativa. Veremos.
Por otra parte, llama la atención que llevando sólo unos días en el cargo el nuevo Presidente, y sin el respaldo de la Junta General, se haya estrenado con un Acuerdo Transaccional con la arrendataria de la cafetería para intentar poner fin al importante pleito existente.
Por su trascendencia, considero que el nuevo Presidente antes de firmar ese Acuerdo Transaccional con la arrendataria de la cafetería, aunque haya tenido el apoyo de la mayoría de la Junta de Gobierno, debería haberse dirigido a todos los socios por escrito analizando la situación jurídica y con una explicación suficiente sobre los concretos motivos por los que considera que concurren las circunstancias idóneas para dar este importante paso. Al no haberlo hecho, desconocemos los socios por qué se debe considerar que el controvertido acuerdo es mejor que dejar que se resuelva el pleito por sentencia.
Un segundo frente abierto en las últimas semanas es el de las Agrupaciones Ateneísticas, las cuales están siendo objeto de “especial análisis” por algunos “sectores” a pesar de que están reguladas y reconocidas como órganos relevantes del Ateneo por el Reglamento y que las mismas están ofreciendo con regularidad conferencias de alto nivel y de especial interés para los socios y el público.
¿Debemos deducir que dichos “sectores” quieren suprimirlas o someterlas a unas estrictas reglas de censura?. Curiosamente esos mismos “sectores” suelen alabar a las Tertulias a pesar de ser una figura no reconocida ni regulada por el Reglamento. Me consta que las Tertulias del Ateneo son excelentes, como por ejemplo la que dirige la actual Vicepresidenta Segunda y compañera de candidatura del Presidente, pero también considero excelentes a las Agrupaciones, Secciones y Cátedras, las cuales no sólo son compatibles entre sí, sino que juntas contribuyen a un mejor funcionamiento del Ateneo.
Recordemos que los que fundaron bajo los principios de la Ilustración el Ateneo en 1820, ya avisaron sobre los riesgos a que están sometidas todas las instituciones humanas, pues es frecuente que desde el poder se quiera desalentar el pensamiento, el debate y la creación.
Proteger el trabajo de las Secciones, Agrupaciones, Tertulias y Cátedras frente a cualquier intento de censura o limitación, es el único camino para garantizar los principios fundacionales del Ateneo, esto es, que la libertad de manifestar el pensamiento es indispensable para descubrir y difundir la verdad, que sin libertad de expresión y de reunión no hay democracia, y que la mayor amenaza para la libertad es una sociedad inerte, sin debate público.
José Antonio García Regueiro,
Fue Vicepresidente del Ateneo de Madrid de junio 2017 a junio 2019
Letrado del Tribunal de Cuentas y Jurídico Militar por oposición (ingresó en 1994 y 1990, respectivamente). Ha sido Letrado del Tribunal Constitucional, Secretario General de la Delegación del Gobierno en Madrid y Asesor Responsable del Defensor del Pueblo.